El teléfono sin batería creado por los investigadores de la Universidad de Washington aprovecha la energía de las ondas de radiofrecuencia enviadas desde una estación cercana, con lo cual realiza llamadas de voz gracias a la técnica de retrodispersión, que modifica y devuelve estas ondas hacia la propia estación que las emite.
Este grupo de investigadores ha logrado también que el teléfono pueda usar las ondas de radio para llamar desde una distancia máxima de 9.4 metros desde la estación.
Más aún, también idearon una versión de este móvil equipada con fotodiodos, que almacenan luz ambiental y alimentan el dispositivo de forma pasiva, permitiendo que la distancia se amplíe hasta 15.2 metros.
Para hacer una llamada, el teléfono utiliza un micrófono de condensador eléctrico que contiene un diafragma con una carga electrostática fija para generar una señal analógica. Incorporado al micrófono, el diafragma forma un condensador con una placa metálica.
Cuando una persona habla, las vibraciones mecánicas de su voz hacen que el diafragma cambie de forma respecto a la placa de metal, lo que hace que se genere un pequeño voltaje. A su vez, este micrófono se conecta a una antena por medio de un interruptor de radio frecuencia.
El voltaje del micrófono viaja hasta la antena, que altera la amplitud del tono implícito en la onda de radio frecuencia. Una vez alterada, la señal se reflecta de vuelta a la estación, utilizando técnicas de retrodispersión.
Este teléfono sólo consume dos o tres microvatios de potencia, y nada más puede hacer llamadas de voz (no se ha planeado que pueda utilizar datos). Sus creadores consideran que podría ser muy útil en determinadas circunstancias cuando la batería del teléfono se haya consumido.
El doctor Vamsi Talla, quien construyó el teléfono durante su posgrado de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Washington, y que ahora trabaja como Director de Tecnología de Jeeva Wireless, junto con sus colegas dice que su diseño supone ‘un gran salto’ hacia la creación de dispositivos sin batería.
En última instancia, querrían construir dispositivos que puedan transmitir y recibir datos y llamadas de larga distancia sin batería. ‘Ahora mismo, hemos demostrado al mundo que un dispositivo sin batería no tiene porque ser un sensor, sino que puede ser un sistema completo que puede utilizarse para algo práctico’, señaló el investigador.
Por su parte, Raj Rajkumer, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Carnegie Mellon, dice que la investigación supone ‘otro interesante paso en la evolución de la transmisión de energía sin cables’.
Por ahora, el dispositivo de la Universidad de Washington sólo funciona con estaciones de radio especialmente preparadas y con el usuario dentro de un rango cercano, por lo que su funcionalidad es limitada, pero esto podría cambiar con el despliegue de las redes 5G.
Con información de El País