China arrancó los trabajos para la construcción de una gigantesca base para desarrollar y probar drones marinos o buques no tripulados.
El objetivo principal de la base será la investigar la planificación de rutas de vehículos no tripulados o las técnicas de amarre y desamarre, entre otras operaciones.
Esta base, que será la mayor del mundo, con 750 kilómetros cuadrados, se ubica en la ciudad de Zhuhai y en una primera fase abarcará 21.6 kilómetros cuadrados.
Se trata de un proyecto de la Universidad de Tecnología de Wuhan, la firma de vehículos marinos Oceanalpha, el gobierno local de Zhuhai y la Sociedad China de Clasificación.
Oceanalpha ya cuenta con el permiso oficial para probar este tipo de drones marinos, que China busca dedicar a fines tanto militares como civiles, en labores como las de vigilancia o manejo de situaciones peligrosas en las que se evitaría con estos vehículos poner una tripulación en riesgo.