Google, después de dos décadas de su creación, establece que el usuario debe poder controlar en todo momento qué datos cede a la compañía, pues la privacidad es uno de sus pilares.
Sundar Pichai, presidente ejecutivo de la compañía, dijo que ‘no es un accidente que construyamos nuestra central de privacidad en el corazón de Europa, y en un país que de muchos modos refleja cómo los europeos piensan en seguridad y privacidad’.
Sin embargo, el modelo de negocio de Google es vender anuncios basados en datos de los usuarios.
Si la compañía es sincera, debe tomar con prudencia el tema de la privacidad, porque podría poner en riesgo su modelo de negocio; de no ser auténtica su intención, podría sonar a un truco de marketing; sobre todo porque Google es quien más conoce a sus usuarios y sus datos son el combustible de su negocio.
Los usuarios de Google aceptan en alguna medida un intercambio: algo de datos por algo de privacidad. La mayoría de usuarios no se molesta lo suficiente como para recorrer páginas y páginas de términos de servicio y desmarcar sus datos en web, Maps o YouTube.
El panorama realmente sólo cambiaría si las empresas convirtieron la privacidad en ‘opt in’- tener que marcar que quieres compartir tus datos- en lugar de ‘opt out’.
‘La mayoría de datos que usamos son para mejorar otros productos. La manera principal en la que ganamos dinero es con anuncios en los resultados de búsqueda. En ese caso recogemos poca información porque la señal de la búsqueda de información es fuerte. Sólo monetizamos el 6% de las búsquedas y para una búsqueda cualquiera el 90% de su valor es la propia búsqueda’, dice Google.
‘Si buscas raqueta de tenis es una indicación bastante fuerte de que quieres comprar una raqueta. Después de ese 90%, hay un 5% de dónde estás, porque la ciudad puede hacer que un anuncio de una tienda sea mejor que otro, aunque en la era del eCommerce no sirve de mucho. El resto de información es si has visto ya alguna tienda antes de esa sesión’.
‘En suma, la mayor parte del valor que tenemos como negocio es responder a señales de intención del usuario. El resto de datos sirve para proporcionar mejoras a otros productos; y estamos buscando maneras de hacerlo de un modo que respete la privacidad’.
El tema es ‘qué datos sirven para mejorar los productos y cómo se mejoran. Lo importante no es la recopilación de datos sino qué se infiere cuando se combinan con inteligencia artificial. Esos datos de comportamiento bien combinados descubren nuestros estados de ánimo, probabilidades de comportamiento e ideología’.