Meg Whitman, directora ejecutiva de Quibi, visualiza el futuro de contenidos de entretenimiento en una pantalla muy pequeña y ráfagas muy cortas para teléfonos inteligentes.
La nueva empresa Quibi, abreviatura de ‘bocadillos rápidos’, está programada para lanzarse en abril, con shows y películas de directores como Steven Spielberg y Guillermo del Toro, en tramos de menos de 10 minutos que se deben ver en smartphones.
El servicio de transmisión de formatos cortos fundado por Whitman y el magnate de Hollywood, Jeffrey Katzenberg, ya ha reservado 100 millones de dólares en ingresos publicitarios.
Whitman dijo que los anuncios fueron comprados por Alphabet, Google, Walmart, Anheuser-Busch, Procter & Gamble y PepsiCo, entre otros.
La lista completa de programación no se ha anunciado, pero el servicio también incluirá programación diaria de noticias. Hay dos opciones de precios: un servicio sin publicidad que cuesta 7.99 dólares al mes y una opción de 4.99 al mes con anuncios.
‘Estamos reuniendo lo mejor de Silicon Valley y Hollywood para crear una plataforma de entretenimiento diferente’, dijo Whitman. ‘No somos un estudio, sino que encargamos a estudios para crear contenido’.
En una entrevista realizada el año pasado, Katzenberg comparó el plan maestro de Quibi con HBO, un lugar para contenido de calidad que rompe todas las barreras de programación. ‘Volaron las paredes de la longitud del contenido, episodios, estándares y prácticas. Queremos hacer lo mismo en línea. Es la narrativa en episodios pequeños’, comentó.
Y es que esto es lo único pequeño de Quibi, cuyos fundadores icónicos están apostando mucho dinero, y tal vez su reputación, en la startup con sede en Hollywood.
Katzenberg aseguró mil millones de dólares en respaldo de los principales jugadores de Hollywood, como Walt Disney y Warner Brothers. También está atrayendo inversiones de Sony Pictures y Alibaba.
La producción de los videos premium ‘Lighthouses’ costará aproximadamente 100,000 millones de dólares por minuto, lo que lo pone a la par de algunos de los programas más caros de la televisión.
‘Creo que es la idea más grande que hemos hecho’, dijo Katzenberg.
