Grupo Televisa no sólo no recurrirá a los tribunales para impugnar la resolución de la Comisión Federal de Competencia (CFC) que condicionó la compra de TVI y de Cablemas, sino que está dispuesta a vender sus contenidos como lo demanda la CFC, siempre y cuando se permita a Cablevisión seguir consolidándose con la compra de otras cableras.
La decisión se dará a conocer cuando concluya la revisión de la resolución de la CFC y se definirá también el esquema de venta de los contenidos bajo los mismos parámetros en los que hoy Televisa vende los canales 2, 4, 5 y 9 a Cablevisión y a Sky.
Lo que es un hecho es que Televisa será un jugador de grandes ligas para ofrecer telefonía e Internet a través de las cableras y se convertirá en un fuerte competidor de Telmex, que a su vez competirá con Televisa y TV Azteca, una vez que se modifique su título de concesión y pueda ofrecer servicios de televisión.
Aunque no se puede hablar de un rompimiento, sí hay ya un gran distanciamiento entre Emilio Azcárraga y Carlos Slim, quien ya incluso redujo su participación accionaria en Televisa: de 7.0% a menos de 2.0 por ciento. Lo que tiene molesto
a Slim no es sólo la mayor competencia de Televisa, sino el hecho de que su acérrimo enemigo, Roberto Hernández, junto con su socio Alfredo Harp, están ampliando su participación accionaria, que es ya de 5.0 por ciento.
Fuente: El Economista, Maricarmen Cortés, México
