El Internet de las Cosas (IoT) representa una inmensa oportunidad para generar ganancias adicionales por 19 billones de dólares a nivel mundial para los próximos diez años, de acuerdo con un pronóstico de Cisco, presentado en el marco de su tercera Reunión Mundial de Editores.
De los 19 billones de dólares de ganancias adicionales que daría como resultado la IoT en los próximos diez años, 870,000 millones de dólares corresponderían a América Latina.
Actualmente hay 13,000 millones de ‘cosas’ conectadas, y para 2020 se espera que la cifra haya escalado a 50,000 millones.
Internet de las Cosas se caracteriza habilita todo un nuevo mundo de comunicaciones en favor de las personas. Un ejemplo de ello se observa en el ahorro de tiempo y dinero que le supondría a una empresa de máquinas expendedoras, pues el conocer con exactitud cuánto y qué ha vendido cada una de sus máquinas le permite programar las rutas de reposición de acuerdo con lo que se necesita y que el camión lleve solamente la carga necesaria y no toda la gama de artículos, como hasta ahora se hace.
El sector de manufactura, con 226,000 millones de dólares, es el que mas peso tendría de acuerdo a ese valor de mercado de la IoT en la región calculado por Cisco, seguido del sector público (163,000 millones de dólares), los servicios financieros (58,000 millones), la energía (38,000 millones) y el transporte (15,000 millones).
En otro estudio Cisco calculó las ganancias que generaría la implementación del IoT en los sectores públicos de Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica, Venezuela, Perú, Ecuador, Panamá y Uruguay.
Solo en Brasil, la cifra es de 70,300 millones de dólares; en México de 34,300 millones; en Argentina de 14,800 millones; en Colombia de 11,200 millones; en Chile de 6,500 millones; en Costa Rica de 1,600 millones; en Venezuela de 9,500 millones; en Perú de 8,000 millones; en Ecuador de 3,900 millones; en Uruguay de 1,500 millones, y en Panamá de 1,300 millones.
Las áreas en las que se podría aplicar IoT para beneficio de la gente de esos países y también de las ciudades incluyen: el teletrabajo, el tratamiento de enfermedades crónicas, control de la falsificación de medicamentos, pagos conectados, medición de gasto de electricidad y gas en los hogares, ciberseguridad, colaboración ciudadana vía teléfonos móviles y mayor eficiencia en la transmisión de electricidad.