Autores de gran prestigio como Paul Auster, Stephen King o John Grisham, han iniciado una campaña para que los lectores se sumen a una iniciativa que busca que la tienda online suspenda las restricciones en la venta de libros, en medio de una guerra que sostiene con grupos editoriales por los precios de las publicaciones. Amazon por su parte busca que las editoriales reduzcan sus precios en libros electrónicos para poder ofrecer descargas más baratas a sus clientes.
La tienda en línea ya hizo algo similar a principios del verano con Warner, cuyas películas también se quedaron sin la posibilidad de encargo y perdieron importantes ventas durante unas semanas, hasta que las dos partes llegaron a un acuerdo.
La guerra que enfrenta desde hace meses a Amazon con el grupo editorial Hachette, el cuarto mayor de Estados Unidos, se ha endurecido en los últimos días, al demorar los plazos de entrega, reducir los descuentos y ofrecer sugerencias sobre libros más baratos de otras editoriales.
En los últimos años, la empresa de Bezos ha logrado convertirse en uno de los principales canales de venta de libros y libros electrónicos, por lo que ha adquirido una gran capacidad para presionar a las editoriales, que dependen del negocio que les ofrece.