Una vez que el registro entre en vigor, cuya fecha no ha sido aún establecida, la medida afectará a cualquier persona que tenga un dron que pese más de 250 gramos.
Con el examen, los usuarios tendrán que demostrar que conocen las medidas de seguridad del Reino Unido y las regulaciones en materia de intimidad, tras revelarse que algunos drones con cámaras han sido utilizados para observar, por ejemplo, jardines de los vecinos.
«Nuestras medidas darán prioridad a la protección del público mientras se aprovecha el uso de los drones», dijo hoy el secretario de Estado para la Aviación, Martin Callanan.
«Cada vez más, los drones están demostrando ser vitales para inspeccionar la infraestructura de transporte para su reparación o ayudar a la Policía y a los servicios de bomberos en operaciones de búsqueda y rescate, ayudando a salvar vidas», añadió Callanan.
«Como toda tecnología, los drones también pueden ser usados mal. Registrando los drones e introduciendo unas pruebas sobre su seguridad para educar a los usuarios, podemos reducir una violación no advertida del espacio aéreo para proteger al público», indicó.
En los últimos años hubo denuncias de posibles colisiones en el aire de drones con aviones comerciales o incidentes en los que los aparatos han sido utilizados para entregar droga a los presos haciéndola llegar hasta ventanas de la cárcel.
EFE