Apple retrasó un plan para exigir que los trabajadores regresen de la oficina tres días a la semana, citando un resurgimiento de los casos de COVID-19, lo que marca el último revés en sus esfuerzos por volver a la normalidad.
La compañía informó a los empleados el martes que está retrasando el requisito que estaba programado para entrar en vigor el 23 de mayo, según un memorándum.
Sin embargo, la empresa aún espera que los trabajadores acudan a la oficina dos días a la semana, y dijo que el requisito se está retrasando ‘por el momento’ y no proporcionó una nueva fecha.
Apple estaba listo para exigir a los empleados que trabajaran desde la oficina los lunes, martes y jueves a partir de la próxima semana, una política que había sido controvertida entre algunos empleados.
Los trabajadores que han estado viniendo dos días a la semana, como parte de un esfuerzo de aumento que comenzó en abril. Por ahora ese mandato no está cambiando.
La compañía también informó al personal que debían usar mascarillas nuevamente en las áreas comunes, al menos en las oficinas de Silicon Valley. Por separado, a los empleados minoristas se les dijo el martes que alrededor de 100 tiendas de Estados Unidos también requerirán que los miembros del personal usen cubrebocas. Apple eliminó ese requisito en marzo cuando los casos disminuyeron.
Si bien la demora está relacionada con el reciente repunte de COVID-19, algunos empleados de Apple se han quejado del plan de regreso al trabajo y dicen que limita la productividad, además de que el tiempo de viaje les quita horas que podrían dedicar a su trabajo.