Las plataformas de entrega a domicilio están dejando de enfocarse únicamente en alimentos para convertirse en redes logísticas capaces de distribuir una amplia variedad de productos, desde artículos de temporada hasta medicamentos y productos de conveniencia.
Durante la pandemia de COVID-19, millones de personas se acostumbraron a recibir comida y despensa directamente en casa, lo que impulsó el crecimiento de las aplicaciones de entrega. Sin embargo, el ritmo de expansión en el segmento de alimentos ha comenzado a estabilizarse, por lo que las empresas buscan nuevas fuentes de ingreso mediante alianzas con cadenas minoristas.
Ante este panorama, el sector retail representa una oportunidad para diversificar ingresos. Uber Eats, por ejemplo, amplió su oferta hacia productos de conveniencia, electrónica y cuidado personal, incorporando marcas como Spirit Halloween y Sephora. DoorDash, por su parte, estableció acuerdos con Staples Canadá y Giant Tiger. La adopción de entregas bajo demanda se ha consolidado como un hábito, especialmente entre los consumidores jóvenes que valoran la inmediatez y la conveniencia. Estas plataformas ofrecen tiempos de entrega cercanos a los 30 minutos, en contraste con los plazos de uno o más días del comercio electrónico tradicional.
Los analistas estiman que la expansión hacia el comercio minorista representa una oportunidad multimillonaria. Incluso una pequeña participación de mercado sería significativa para las empresas de entrega, considerando que las entregas de supermercado ya constituyen un segmento rentable.
Algunas plataformas también están integrando pequeños negocios locales, como florerías o tiendas de electrónica, en sus catálogos digitales. Sin embargo, los especialistas advierten que, al igual que ocurrió con los restaurantes, los minoristas deberán ajustar márgenes y costos operativos para adaptarse al esquema de comisiones y asegurar la rentabilidad del modelo.















