Para el año 2020 se habrá 50 mil millones de dispositivos conectados a la Red, de acuerdo con estimaciones de Ericsson. Ese número no es está tan lejano de transformarse en una realidad: un estudio del Reporte de Movilidad, divulgado a principios de año por la empresa, indica que, por primera vez, las asignaciones de tipo LTE alcanzarán un mayor número si se compara con las de WCDMA/HSPA (3G), para alcanzar la cifra de 110 millones a nivel global.
Esta transformación se debe fundamentalmente a la disponibilidad de aparatos más económicos, mejor adaptados al usuario así como el aumento de la cobertura y la velocidad, los cuales representan los principales factores que están llevando a que la tecnología móvil sea un fenómeno global, y que luego estará disponible para la mayoría de la población a nivel mundial, independiente de la edad o localización del usuario.
Adicional a esto, en 2014, se registró un aumento de 800 millones de asignaciones de smartphones, elevando el número total a 2 mil 700 billones, un crecimiento del 40% frente al total de mil 900 millones de asignaciones durante el 2013 a nivel global. Esta demanda por conexiones más veloces muestra que las personas buscan alternativas más inteligentes y más conectadas para su día a día.
Tal y como se observa en la movilidad urbana, también en el mundo corporativo la necesidad por está conectado es aún mayor. 9 de cada 10 empresarios aseguran que usan más datos en espacios internos de los que usaban dos años atrás.
El 5G debe ser lanzado comercialmente en el año 2020. Las redes de esa nueva conexión permitirán una gran variedad de usos, como servicios avanzados de banda ancha móvil, una serie de comunicaciones entre máquinas y distribución de contenidos para medios. Estos servicios van a exigir distintos requisitos sobre el desempeño de las redes.