Quien es usuario de una cuenta de Google, Facebook y tantos más, sabe que a cambio de los servicios que recibe, entrega una parte de su privacidad en forma de datos que en algún momento pueden ser utilizados con una interacción comercial o publicitaria.
Recientemente, Google presentó su Assistant, un sofisticado sistema de inteligencia artificial que nos permite atisbar cómo será el futuro cercano.
Hasta ahora, los asistentes de voz se han limitado a cumplir tareas específicas solicitadas por el usuario, en una función básicamente reactiva.
Sin embargo, la propia dinámica de la inteligencia artificial y la enorme capacidad de procesamiento de descomunales servidores nos conduce a una nueva dimensión que involucra nuestros entornos dentro de un contexto individual.
Google Assistant, con todo su potencial de interacción con el usuario, no se limita a ejecutar órdenes específicas, sino que, gracias al cerebro artificial, considera el contexto de la conversación para ofrecer propuestas de valor precisas, actualizadas personalizadas.
En esta dinámica, el Google Home es un dispositivo prácticamente idéntico al de Amazon, pero que aprovecha la descomunal base de datos del buscador. Más aún, en este contexto también se rumorea que Apple está planeando llevar a su asistente Siri a un altavoz similar dentro de los hogares.
Si bien todavía queda un gran trecho por recorrer, particularmente en lo que respecta el reconocimiento de voz, lo cierto es que las grandes tecnológicas del mercado están apostando fuerte para que en un futuro, que está la vuelta del esquina, tengamos siempre disponible un asistente virtual al que podremos dar órdenes y recibir propuestas empleando un lenguaje natural.
Con los lanzamientos de Google se ve no sólo el comienzo de este nuevo alcance tecnológico, sino el potencial que tenemos disponible desde nuestro móvil.
Con información de El País
