Australia permitirá el uso de la inteligencia artificial en las escuelas a partir de 2024, según anunció el Ministerio de Educación del país.
Jason Clare, ministro de Educación, junto con representantes de los gobiernos regionales, se reunieron para aprobar un marco ético y seguro para la implementación de esta tecnología en el entorno educativo.
El comunicado conjunto emitido hoy enfatiza la importancia de proteger la privacidad de la información de los estudiantes al utilizar la inteligencia artificial generativa en las escuelas.
Los detalles de este marco se publicarán en las próximas semanas, antes de que se autorice el uso generalizado de la inteligencia artificial generativa en las instituciones educativas australianas, lo cual está previsto para el próximo año escolar, que comienza en los primeros meses del año.
Este marco se basa en principios fundamentales, como la protección del bienestar humano y social, la transparencia en la información, el acceso igualitario y no discriminatorio, el respeto por los derechos de autor y la rendición de cuentas. También se tiene en cuenta las directrices éticas existentes relacionadas con el uso de esta tecnología.
La consulta pública sobre las directrices nacionales para el uso de la inteligencia artificial generativa en las escuelas se llevó a cabo en julio, después de que el Parlamento iniciara una investigación sobre su implementación en el sistema educativo.
La popularidad de herramientas como ChatGPT, un sistema de chat basado en inteligencia artificial desarrollado por OpenAI, llevó a la mayoría de las regiones de Australia a prohibir su uso en las escuelas públicas, con la excepción de Australia Meridional.
Sin embargo, Australia Occidental cambió su postura en abril y permitió a los maestros utilizar herramientas de inteligencia artificial generativa.
El debate sobre el uso de la inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, se centra en cuestiones como la posibilidad de que los estudiantes utilicen estas herramientas para realizar tareas académicas o si estos programas representan una amenaza para la privacidad de los alumnos.
Por otro lado, los defensores argumentan que la inteligencia artificial podría ser beneficiosa para la educación de estudiantes en situaciones desfavorecidas, entre otros aspectos.
El mes pasado, la UNESCO instó a los gobiernos a regular rápidamente el uso ético y centrado en el ser humano de la inteligencia artificial generativa en las escuelas, proponiendo la fijación de objetivos globales para su uso y una edad mínima de 13 años para los alumnos que utilicen estas herramientas en el aula.
Además, destacó la importancia de la formación adecuada para los profesores y la necesidad de establecer normas globales, regionales o nacionales para la protección de datos y la privacidad.