Nueva York dio hoy luz verde al lanzamiento en la Gran Manzana de Lyft, una aplicación que conecta a vehículos con chofer y potenciales pasajeros, después de alcanzar un acuerdo con las autoridades.
Los responsables de Lyft pactaron con la oficina del fiscal general del estado, Eric Schneiderman, fijar tarifas de viaje, a diferencia del sistema de donaciones que utiliza en otros estados, y a operar solo con vehículos comerciales.
A diferencia de otros servicios parecidos como el popular Uber, Lyft no había querido pactar con las autoridades neoyorquinas, por lo que el fiscal Scheneiderman acudió a los tribunales el pasado 11 de julio para paralizar las actividades de la empresa.
La Fiscalía basaba su moción en el argumento de que Lyft funciona como un negocio de transporte con chofer habitual, es decir, que simplemente gestiona los pedidos a través de una aplicación móvil y que no es un verdadero servicio entre particulares.
Los vehículos que se utilizan a través de la aplicación Lyft se caracterizan por portar un gran bigote de color rosa pegado en la parte delantera del coche y desde hace meses circulan por varias ciudades del país.
California fue el primer estado del país en aprobar en septiembre del año pasado una nueva regulación que ampara servicios como los de Uber y Lyft. Sin embargo, estas empresas tienen muchos frentes judiciales abiertos y tratan de movilizar a sus bases para ejercer presión sobre los políticos.
EFE