De regreso al mercado residencial, Avantel intenta elevar su base de clientes incorporando el servicio de telefonía ilimitada. Es notorio que las nuevas telefónicas, a poco más de diez años de la apertura del mercado, no la han tenido nada fácil en la batalla que sostienen con Telmex, en una industria intensiva en capital y que recién salió (en 2004) de al menos dos años de letargo.
Durante esos años Avantel centró su estrategia en los servicios empresariales, luego de que su primera apuesta fue por el mercado de larga distancia residencial, donde encaró fuerte competencia con Telmex y otros carriers, pero que a fin de cuentas no rindió los dividendos que buscaba, aunque sí permitió a los consumidores gozar de tarifas sensiblemente más baratas. Además, esa telefónica ha vuelto a ganar notoriedad ante el anuncio en Estados Unidos de que Verizon está interesada en adquirir los activos de MCI, lo que sin duda acarreará movimientos, aunque no en el corto plazo; de ahí que Avantel siga por la ruta de utilizar motores propios para su crecimiento más allá de las inversiones adicionales que puedan comprometer sus socios.
Desde hace tres semanas, la telefónica, que tiene como mandamás a Óscar Rodríguez, ha regresado con renovado ímpetu al mercado residencial, apoyada ahora por la tecnología de voz sobre protocolo de Internet (VoIP), que por lo menos tiene año y medio probando entre empresas, primero como servicio de soporte y luego como una opción de valor agregado, que tienen como atributo la reducción en costos con respecto a las tarifas que aplica la telefonía por líneas análogas. En ese mercado, Avantel tiene como socio comercial a MVS Net, que dirige Alejandro Vargas Guajardo, que, como sabe, tiene poco más de un año en el negocio de Internet de banda ancha bajo la marca e-Go, aunque todavía con una base de suscriptores modesta.
Para ese negocio, que tiene el nombre de NetVoice, Avantel ha decidido homologar lo que viene haciendo por lo menos desde hace cuatro años en telefonía y servicios de IP para empresas, ahora para el servicio residencial, en una iniciativa de alto aliento que en las primeras tres semanas de estar en el mercado ha rebasado las expectativas que se había marcado la compañía, aunque de momento sólo estará en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey. Estamos hablando de un servicio al que se le ve un gran futuro, pues la Internet de banda ancha no sólo se ha pensado para transmitir datos en alta velocidad, entiéndase 256 y hasta 512 kilobits por segundo, sino también para el servicio de voz, y no dude que en el futuro permitirá la transmisión de música y televisión de paga, como parte de lo que en la industria se ha denominado como convergencia.
Pero, como le decía, el ofrecimiento más atractivo para el usuario residencial son las llamadas telefónicas locales ilimitadas, que viene a ser un desafío a Telmex, que dirige Jaime Chico Pardo, con su paquete tarifario de cien llamadas y donde Avantel ha decidido incorporar, por el mismo costo, otros servicios con marcación rápida, llamada en espera y el desvío de llamadas, entre otros. NetVoice no debe verse como un servicio de voz por Internet, que se presta bajo conexión por computadora con un software específico, como lo han venido haciendo ICQ, MSN Messenger o GloPhone 2.0, pues, como le decía, Avantel ha hecho pruebas teniendo como principal parámetro niveles de calidad similares a la telefonía análoga, que se empaqueta y se pone en la red pública de telecomunicaciones de ese carrier, eliminando con ello interrupciones, sonidos en la línea, ecos o tesituras extrañas en la voz.
Otro atributo es que el usuario emplea su teléfono convencional, es decir que no tiene que gastar en adquirir un teléfono IP, todo por una renta mensual en un contrato por 24 meses. Para este mercado, además de su propia fuerza de ventas, Avantel se apoyará en la red de sucursales de Banamex, que es socio mayoritario y que servirá de plataforma para que en un año ese servicio pueda extenderse a 12 ciudades. Todo indica que éste no será el único anuncio que hará Avantel en 2005, ya que sigue negociando con varias empresas de televisión por cable en una oferta conjunta para llevar sus servicios IP a más ciudades del interior del país, sin dejar a un lado que sin hacer mucho ruido en estos años ha podido enderezar sus finanzas con flujos suficientes para apoyar sus inversiones y con una caída de 40 por ciento en su deuda.
Fuente: EL FINANCIERO, 28 febrero 2005