Robert Bosch invertirá alrededor de 1,000 millones de dólares para fabricar componentes de vehículos eléctricos en China, ya que el proveedor automotriz espera beneficiarse de la transición de motores de combustión en el país asiático.
La compañía planea construir una instalación en Suzhou, en la provincia de Jiangsu, para fabricar, desarrollar y probar piezas de automóviles y tecnología de conducción automatizada, precisamente para fabricantes de automóviles locales, dijo el fabricante alemán.
‘Este es un paso importante en el camino hacia la movilidad futura en el mercado de automóviles más grande del mundo’, dijo el director ejecutivo Stefan Hartung en un comunicado.
Bosch está ampliando su apuesta por China, incluso cuando el gobierno alemán advirtió contra una dependencia excesiva del país, después de que Berlín tuvo que revisar su política energética tras la invasión rusa de Ucrania.
Al mismo tiempo, China sigue siendo el mercado más grande para los vehículos eléctricos a nivel mundial, y los fabricantes locales, BYD, Xpeng y Nio se están expandiendo rápidamente.
Bosch, que emplea unas 55,000 personas en China, dijo que la nueva instalación se centrará en tecnología que incluye módulos de potencia de carburo de silicio, un tipo de semiconductores y sistema de frenado integrados.
La primera fase de la nueva planta está programada para completarse a mediados de 2024.