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Buscan sacar de la quiebra a la brasileña Oi

La asamblea de acreedores de Oi aprueba un plan de recuperación del mayor operador de telefonía fija de Brasil

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La asamblea de acreedores de la telefónica brasileña Oi aprobó hoy el plan de recuperación con que la empresa pretende pagar su enorme deuda y volver a operar normalmente.

La mayor operadora de telefonía fija de Brasil, que se acogió a la ley de quiebras en 2016, autorizó la renegociación de su deuda por 64,000 millones de reales (unos 19,393.9 millones de dólares).

El plan prevé que el 100% de los recursos obtenidos con la venta de una serie de activos sea reinvertidos en la empresa en los primeros cinco años de ejecución del programa y no sean usados para el pago de las deudas.

Además, de las multas por 14,000 millones de reales (unos 4,242.4 millones de dólares) adeudadas a Anatel, el 60% será pagado en un plazo de 20 años y el 40% los cinco años siguientes a ese período.

La Oi se acogió en junio del año pasado a la ley brasileña de quiebras para intentar seguir operando pese a una deuda que es la mayor entre las empresas que han solicitado la llamada recuperación judicial.

Además de ser la mayor operadora de telefonía fija de Brasil, con cerca de 17 millones de clientes, Oi es una de las mayores suministradoras de acceso a internet en banda ancha, la cuarta mayor operadora de telefonía móvil y un importante actor en el mercado de televisión por suscripción.

La compañía es considerada como la tercera mayor empresa del sector de telecomunicaciones de Sudamérica, con unos 50 millones de clientes.

La aprobación del plan, que aún depende de que el acuerdo sea homologado por la Justicia, impide por ahora que la empresa quiebre en forma definitiva o que el Gobierno intervenga en sus operaciones.

Gran parte de la deuda de la Oi proviene de los problemas que le acarrearon su fusión con Portugal Telecom, efectuada en 2013 pero liquidada a comienzos de 2015, con la venta de los activos de la compañía lusa a la luxemburguesa Altice.

EFE