Canadá está considerando prohibir el uso de software automotriz fabricado en China, tras los pasos dados por Estados Unidos en esa dirección, según declaró la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland.
‘Nuestro gobierno ha dejado muy claro que tomamos muy en serio la sobrecapacidad intencional de China y la amenaza de seguridad que representa’, afirmó Freeland.
El gobierno del primer ministro Justin Trudeau ya ha anunciado un arancel del 100% sobre los vehículos eléctricos chinos, junto con aranceles del 25% sobre el aluminio y el acero.
El mes pasado, Freeland también lanzó una consulta sobre otros productos chinos que podrían enfrentar aranceles elevados, incluidos componentes de baterías y minerales críticos.
La ministra ha justificado estos aranceles argumentando que China participa en prácticas comerciales desleales, al sobreproducir bienes utilizando subsidios estatales masivos para socavar las industrias de otros países.
Sin embargo, no está claro si los aranceles resistirán un desafío legal de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Recientemente, China anunció que impugnará los gravámenes bajo las disposiciones de la OMC, a las que ambos países están suscritos.
Prohibir el software de fabricación china sería una medida más permanente para evitar que los vehículos eléctricos de ese país ingresen al mercado canadiense, según funcionarios del gobierno que hablaron bajo condición de anonimato. Sin embargo, también se están evaluando los aspectos de seguridad y privacidad del software para decidir cómo proceder.
Estados Unidos ha señalado que el software de vehículos chinos representa una amenaza para la seguridad nacional, dada la cantidad de datos que los autos conectados pueden recopilar y transmitir. Por su parte, China ha afirmado que respeta la privacidad de los datos y la seguridad de sus clientes extranjeros, así como los principios de competencia justa.
Si Canadá opta por prohibir el software por motivos de seguridad, es posible que necesite una nueva legislación, según un funcionario del gobierno. Esto complicaría la implementación de la prohibición, dado que una elección podría convocarse en cualquier momento dentro del próximo año, lo que podría resultar en un cambio de gobierno, ya que Trudeau está rezagado en las encuestas.
Como alternativa, Canadá podría utilizar la ley de privacidad para imponer restricciones al software de fabricación china. Aún no se ha decidido qué enfoque tomar al respecto ni con qué rapidez, según el funcionario.
Actualmente, hay pocos vehículos eléctricos de fabricación china en Canadá, aparte de los vehículos Tesla fabricados en una planta de Shanghái. Sin embargo, al menos un importante productor chino de automóviles, BYD, ha contratado cabilderos para explorar su entrada al mercado canadiense.