China está elaborando medidas para frenar el exceso de capacidad en el sector de vehículos eléctricos y canalizar los recursos de una manera más específica a varios centros de producción clave en todo el país, según personas cercanas al tema.
Los reguladores están considerando establecer una tasa mínima de utilización de la capacidad de producción para el sector de vehículos eléctricos, y las provincias que no estén cumpliendo no podrán dar luz verde a nuevos proyectos hasta que la capacidad de excedente entre en funcionamiento, dijeron las personas que pidieron su anonimato.
El objetivo es guiar a los fabricantes de automóviles a áreas en China donde actualmente hay capacidad subutilizada y forzar el cierre de fábricas de automóviles que han sido construidas en los últimos años, pero que ahora son redundantes, dijeron las personas.
El plan no es definitivo y la tasa de utilización de la capacidad de producción que se está considerando puede cambiar.
El mercado de vehículos eléctricos en China es el más grande del mundo, impulsado por los subsidios gubernamentales que han alentado la adopción por parte de los consumidores, así como un rápido aumento en el número de empresas que fabrican automóviles más limpios.
Esas autoridades provinciales han ofrecido exenciones fiscales y otros incentivos para establecerse. La provincia de Jiangsu, al norte de Shanghai, por ejemplo, se ha convertido en uno de los centros, que ahora alberga unos 300 fabricantes de autos, varios de ellos en quiebra.
Funcionarios del MIITy la NDRC dijeron durante el fin de semana que la tarea clave para los reguladores es garantizar un buen suministro de materias primas utilizadas en las baterías de vehículos eléctricos, como litio, níquel y cobalto.
La escasez de chips durante un año también ha reducido la producción, lo que subraya aún más la importancia de adaptar la capacidad de producción a la demanda.