China aboga por que el destino de la inteligencia artificial sea determinado de manera conjunta por todos los países, subrayando que las normativas no deben ser impuestas por naciones desarrolladas.
Durante una conferencia de prensa, Gao Lin, director de la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad de la Administración del Ciberespacio de China, destacó que la inteligencia artificial representa una nueva frontera en el desarrollo humano a la que China concede gran importancia.
En el encuentro, Gao repasó las propuestas presentadas por China para el desarrollo de esta tecnología, incluyendo el respeto a la soberanía de otras naciones, la no interferencia en asuntos internos y la necesidad de garantizar que la inteligencia artificial permanezca bajo control humano. Asimismo, enfatizó la importancia de ampliar la participación de los países en desarrollo en el avance de la inteligencia artificial.
Liu Bochao, subdirector del Departamento de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Industria, añadió que la gestión de la inteligencia artificial representa un desafío global.
Destacó que China posee el mercado más extenso de consumo y aplicación industrial de la inteligencia artificial y expresó la esperanza de una cooperación en este ámbito entre China y Estados Unidos.
También respaldó la colaboración entre institutos de investigación chinos y estadounidenses, así como la construcción conjunta de institutos de investigación de inteligencia artificial para acelerar la innovación tecnológica.
Cabe destacar que China implementó en julio pasado una normativa provisional para regular servicios de inteligencia artificial generativa, similares a ChatGPT, sujetos a las regulaciones de seguridad de la información, protección de datos personales, propiedad intelectual y avance científico y tecnológico.
Estos servicios deben respetar los valores socialistas fundamentales y la ética profesional, prohibiendo la generación de contenidos que afecten la seguridad nacional, la unidad territorial y los derechos e intereses legítimos de otras personas. Gao enfatizó que establecer límites claros garantiza un uso seguro de las herramientas de inteligencia artificial.