China creó un fondo de inversión valorado en aproximadamente 344,000 millones de yuanes (47,480 millones de dólares) con el objetivo de fomentar el desarrollo de semiconductores a nivel nacional.
Estos componentes son cruciales para las ambiciones tecnológicas del país, que aún depende del extranjero para su suministro.
El fondo, creado el pasado 24 de mayo, cuenta con el financiamiento del Gobierno central y de varios bancos y empresas estatales, entre ellos el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), el mayor banco del país, según datos de Tianyancha, una plataforma que recopila información oficial sobre las compañías chinas.
Esta es la tercera fase del llamado ‘Big Fund’, una iniciativa lanzada por Pekín en 2014, cuya segunda parte se estableció en 2019. El capital actual supera incluso la suma de las dos fases anteriores, que recaudaron unos 338,700 millones de yuanes (46,749 millones de dólares).
El principal accionista de este tercer fondo será el Ministerio de Finanzas de China, que poseerá un 17.44% de las participaciones. También participarán firmas de inversión controladas por los gobiernos locales de importantes ciudades como Pekín, Shanghái y Shenzhen.
A finales de 2023, el diario oficial Global Times informó que la segunda fase del ‘Big Fund’ había invertido más de 60,000 millones de yuanes (8,285 millones de dólares) en más de 40 compañías de semiconductores desde su creación hace cuatro años.
Mientras que la primera fase se centró en manufactura, la segunda también puso atención en otras partes de la cadena industrial como el diseño, la maquinaria, los componentes y las materias primas.
En los últimos meses, informes de la prensa internacional señalaron que Pekín podría enfocarse en la maquinaria para la fabricación de semiconductores, un área en la que aún depende de empresas como la holandesa ASML, en esta nueva fase del fondo, aunque aún no se conocen detalles concretos.
El sector de los semiconductores es fundamental para China, ya que es un pilar de sus planes para reforzar su autosuficiencia tecnológica y reducir la dependencia de terceros países en medio de la guerra comercial y las sanciones impuestas por Estados Unidos.
El lanzamiento del fondo se produjo pocos días después de que el mayor fabricante de chips de China, Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), se convirtiera por primera vez en la tercera mayor compañía del sector por cuota de mercado global en el primer trimestre, según datos de la consultora Counterpoint.
Aunque SMIC, con un 6% de la cuota de mercado mundial, está aún lejos de TSMC (62%) y Samsung (13%), se ha beneficiado de la recuperación de la demanda en China y de su enfoque en el mercado nacional ante las sanciones de Washington en 2019.
La compañía, con sede en Shanghái, enfrenta ahora la posibilidad de perder acceso a la maquinaria de ASML, lo que, según Counterpoint, tendría un impacto tangible en sus operaciones, especialmente si el inventario disponible de piezas de reparación es bajo.
Tras conocerse la noticia, las acciones de SMIC subían un 2.87% en Hong Kong y un 3.73% en Shanghái. Las acciones de Hua Hong, la segunda mayor compañía del sector en China, también subían un 3.63% en Shanghái y un 5.96% en Hong Kong.