China Mobile marcó un hito significativo en la exploración de la tecnología de sexta generación (6G) al lanzar su primer satélite de pruebas.
Como el operador de telecomunicaciones más grande del mundo en términos de usuarios, la empresa colaboró con la Academia de Ciencias de China en el desarrollo de este satélite de prueba, que se encuentra en órbita baja.
Este innovador satélite utiliza la avanzada arquitectura de diseño 6G, destacándose por la integración mejorada entre las comunicaciones espaciales y terrestres, según informó el diario China Daily.
La arquitectura distribuida del dispositivo permite la autonomía y la reconstrucción del software en órbita, junto con el despliegue flexible de funciones de red central y la gestión automatizada.
La elección de órbita baja, a unos 500 kilómetros de altura, ofrece ventajas cruciales como baja latencia y altas tasas de transferencia de datos en comparación con los satélites en órbitas más altas (36,000 km).
Estos satélites en órbita baja se consideran plataformas esenciales para el futuro desarrollo de redes integradas espacio-terrestres.
Además de abordar lagunas de cobertura de señales en las redes móviles terrestres, estos satélites tienen el potencial de proporcionar servicios globales de Internet satelital con mayor ancho de banda.
China Mobile tiene previsto llevar a cabo experimentos en órbita con estos satélites de prueba para acelerar la integración y el desarrollo de las tecnologías espacio-terrestres.
En junio del año pasado, el ministro chino de Industria y Tecnología de la Información, Jin Zhuanglong, destacó los esfuerzos del país en la investigación y desarrollo de redes de sexta generación (6G), subrayando el impulso de China para avanzar en sectores emergentes de telecomunicaciones y mejorar toda la cadena industrial vinculada a las áreas de comunicaciones por redes celulares y ópticas.
