El Ministerio de Defensa chino aseguró hoy que las Fuerzas Armadas del país asiático «jamás han apoyado ningún ciberataque», en respuesta al informe de una consultora estadounidense sobre el origen de agresiones informáticas a Estados Unidos en un edificio del Ejército chino en Shanghái.
En una rueda de prensa, Geng Yansheng, portavoz del Ministerio, consideró que las acusaciones de Mandiant son «carentes de hechos y base legal», de forma similar a lo que ya declaró el martes el portavoz chino de la cartera de Asuntos Exteriores, Hong Lei, tras salir a la luz el informe.
El texto de 60 páginas Mandiant, especializada en seguridad en internet, asegura que un grupo de piratas informáticos, identificados como APT-1, cuenta con el «apoyo directo del Gobierno» chino para perpetrar una «amplia campaña de espionaje cibernético a largo plazo».
Mandiant localizó el origen de ataques a 141 entidades de todo el mundo -la mayoría de ellas de países angloparlantes- a las puertas de un edificio en las afueras de Shanghái, donde opera la unidad 61398 del Ejército de Liberación Popular chino.
Aunque la empresa no ha podido situar directamente a los integrantes del grupo en el interior del edificio, considera que es la explicación más plausible acerca del porqué de que tantos ataques provengan de una misma área.
«Las leyes chinas prohíben actividades que pongan en peligro la seguridad del ciberespacio, y el Gobierno siempre persigue los crímenes informáticos», enfatizó Geng.
El portavoz de Defensa argumentó que el informe de Mandiant carece de pruebas firmes porque llegó a la conclusión de que la potencia asiática es el origen de los ataques «sólo porque éstos están ligados a direcciones IP basadas en China».
«Es consabido que un método común en internet para perpetrar ciberataques es manipulando las direcciones IP. Eso ocurre casi todos los días», remarcó el portavoz.
En segundo lugar, Geng arguyó que no hay «una definición mundial clara y consistente de lo que es un ciberataque».
«No se puede concluir -agregó- que se ha producido ciberespionaje a través únicamente de la recolección de actividades cibernéticas rutinarias».
Para terminar, el portavoz reiteró lo manifestado ayer por el Ministerio de Asuntos Exteriores, que esgrimió que los «ciberataques son transnacionales y anónimos, por lo que es muy difícil identificar su origen».
No obstante, el régimen chino apuntó ayer a Estados Unidos como la «fuente mayoritaria» del creciente número de ataques informáticos contra China, y, ante la aparente incongruencia, matizó que se refería al territorio estadounidense, no al Gobierno del país norteamericano, como sí sugiere el informe de Mandiant acerca de Pekín.
«Publicar información irresponsable no ayudará a resolver los problemas», concluyó Geng.
EFE