El Ministerio de Comercio de China anunció la aplicación inmediata de nuevos controles a la exportación de tecnologías relacionadas con las tierras raras, un sector clave en las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.
Las restricciones se aplicarán tanto a compañías chinas como extranjeras. En el caso de estas últimas, se estableció una norma adicional que afecta a la exportación de productos que contengan tierras raras de origen chino en al menos 0.1%.
Entre las tecnologías sujetas a control se incluyen las empleadas en minería, fundición, separación y reciclaje de tierras raras, así como las utilizadas en la fabricación de materiales magnéticos. También queda prohibida la exportación sin autorización de equipos o tecnología para el ensamblaje, mantenimiento o modernización de líneas de producción de este tipo de materiales.
Las compañías extranjeras deberán obtener una licencia de exportación para artículos de uso dual, es decir, aquellos con aplicación civil o militar. A partir del 1 de diciembre, necesitarán un permiso especial del Ministerio de Comercio para exportar imanes y otros materiales fabricados fuera de China que contengan al menos 0.1% de metales u óxidos de tierras raras de origen chino.
Esta licencia también será obligatoria para metales o compuestos obtenidos fuera de China que utilicen tecnología china en su extracción, fundición, separación o manufactura de imanes.
Las nuevas reglas se suman a las restricciones implementadas desde el 2 de abril, cuando Pekín introdujo un régimen de licencias que obliga a las empresas extranjeras a solicitar permisos para exportar siete de los diecisiete minerales del grupo de tierras raras, como el samario, gadolinio, terbio, disprosio, lutecio, escandio e itrio, además de imanes derivados.
Estos elementos son esenciales en la fabricación de chips de inteligencia artificial, vehículos eléctricos y misiles guiados, lo que los coloca en el centro de la disputa comercial con Estados Unidos.
China concentra 49% de las reservas mundiales de tierras raras, equivalentes a unos 44 millones de toneladas, y domina más del 70% de la producción global y cerca del 90% del procesamiento.















