Existen diferentes elementos que hacen que algunos procesos y políticas en las empresas se hagan más complejos, creando una necesidad en las personas y sus organizaciones de cambiar la forma en que colaboran.
Uno de estos elementos es la movilidad de los usuarios, ya que éstos desempeñan diferentes actividades dentro o fuera de la oficina. Al no estar en la oficina, se vuelve un reto comunicarse con personas a las que necesitan, no saben de su disponibilidad o acceso a información de manera instantánea y de forma segura.
Continuando un ciclo que se ha dado durante décadas, los empleados continúan llevando nuevos dispositivos y aplicaciones al trabajo. Esto es porque de una forma u otra simplifican su trabajo y los hacen más productivos, haciendo de diferentes formas que la información que necesitan los siga a ellos.
Otro elemento es la reducción de presupuestos para viajes, donde se empieza a ver con otra perspectiva al video y a la voz como parte de los elementos habilitadores de comunicación, permitiendo crear mejores vínculos de confianza con clientes que ahora sí ves y conoces.
A la década de los 90 se le dio el nombre de “La era de la información”. Ahora vivimos en “La era de la participación”, donde herramientas Web 2.0 como portales de video, podcasts, blogs, wikis, foros de discusión están cambiando la forma en que la información se crea, se publica, se administra y se consume.
Herramientas como el email, mensajería instantánea y portales estaban pensados para tener pocas interacciones y eran medios asíncronos que no requerían de una interacción inmediata. La cantidad de dispositivos para accesar actualmente a la información (teléfonos móviles inteligentes, laptops, tablets, etc.) permiten que las respuestas puedan generarse en tiempo real y de una forma interactiva, aunado a la creación de comunidades disponibles desde estos dispositivos, permitiendo la participación en redes sociales con grupos de expertos y consiguiendo mejores resultados en menor tiempo a preguntas y resolución de problemas.
Las empresas necesitan tener foco en mejorar sus interacciones para tener innovación, creatividad y decidir eficientemente, tomando rápidamente mejores decisiones es como las empresas mejoran su posición competitiva y alcanzan mejores desarrollos financieros.
Hoy en día estamos inundados de información. Las aplicaciones de colaboración deben ser capaces de ayudarnos a entregar la información que necesitamos, cuando la necesitamos y asistiéndonos con las personas que puedan ayudarnos para realizar tareas específicas, considerando que la colaboración no es una tecnología, sino una actividad humana y que lo más importante no es colaborar entre aplicaciones de software, sino colaborar entre personas.
Es por eso que se requiere una nueva experiencia de colaboración para direccionar los nuevos retos de negocio. Se necesita unir lo que eran silos en el negocio a través de aplicaciones y servicios accesados por el usuario final a través de cualquier medio, cualquier dispositivo en cualquier momento.
Por Omar Pelaez, Consultant Systems Engineer de Cisco Systems México
