En un proyecto encabezado por el ingeniero Sten Gatzke, basado en un sistema en escáner 3D, se han identificado 3,500 piezas susceptibles de fabricarse con tecnología de impresión 3D.
Esta tecnología consiste en depositar sucesivamente capas de material pulverizado hasta completar una pieza, sin cortes, ni moldes y sin desperdicio de metal, plástico, etc.
‘Buscamos identificar piezas con formas y propiedades determinadas de un material idóneo en las que es ventajoso aplicar esta técnica, comenta Gatzke, quien, a manera de ejemplo, muestra un tubo de titanio que lleva en el interior varios conductos, un tipo de pieza muy difícil de hacer con un molde.
Desde el pasado verano se está utilizando la base de datos para identificar todas las partes del avión adecuadas para la producción con esta técnica, que aporta reducción de costos y tiempos de fabricación.
Incluso las alas pueden ser hechas de materiales deformables que adquieren la forma aerodinámica óptima en distintas fases del vuelo.
