Sony cuenta con la patente que consiste en un método para configurar la energía inalámbrica y la transferencia de datos entre dispositivos electrónicos de consumo (CE), con la idea de combinar las conexiones NFC con la carga inalámbrica por proximidad.
No se espera que esta solución llegue al mercado a corto plazo, ya que el proceso es muy complicado, porque uno de los principales retos que debe resolver la compañía japonesa es la mejora de los propios sistemas de carga inalámbrica que funcionan con un alcance muy corto.
Otra limitación que plantea este sistema es el drenaje de la batería. Para cargar un dispositivo tiene que salir una mayor carga de batería del sistema emisor de la que realmente recibe el receptor, con lo que otro de los retos para Sony será no ‘secar’ el teléfono que cede parte de su carga al otro.
Lo relevante de todo esto es que la apertura de esta posible vía para recargar los teléfonos móviles abre nuevas evidencias que comprueban que la industria evoluciona hacia rutas insospechadas hace unos cuantos años.
Con información de El Economista.es