La semana pasada se público en la página de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria la acción a realizar por parte de la SCT relativa a promover disposiciones administrativas, con el fin de fomentar que todas la redes públicas de telecomunicaciones del país puedan ofrecer los servicios de voz, vídeo y datos durante la presente administración. Se fijó la obligación de emitir el acuerdo secretarial respectivo para adoptar la política de convergencia de servicios fijos de telecomunicaciones que se proporcionan a través de redes alámbricas o inalámbricas, estableciendo como plazo hasta el 30 de octubre del 2006.
El programa de acción a pesar de que llega muy tarde y de que su implementación parece demasiado lejana, es de primera importancia en el futuro de las telecomunicaciones de nuestro país. El hecho de que las redes presten servicios convergentes promete ofrecer mejores y más variados servicios a los usuarios e impulsar la competencia entre los operadores objetivos medulares y desgraciadamente soslayados, de la Ley Federal de Telecomunicaciones. Dentro del complejo debate que se ha dado respecto de que los concesionarios de TV por cable ofrezcan servicios de voz por IP, existe la opinión en sectores oficiales de que la calidad de los servicios que se prestan a través de una red IP no son todavía equiparables a la de una red de telefonía tradicional, en cuanto a que éstas son obligadas por sus títulos de concesión a proveer sus servicios con un margen de 99.99% como indicador de calidad del servicio que contiene diversas variables técnicas, concluyen que las redes de TV por cable para prestar servicios de voz debieran garantizar exactamente dichos índices de calidad. Esto por supuesto que es posible tecnológicamente, pero requiere de cuantiosas inversiones que sólo los grupos grandes están en condiciones de realizar.
El tema de calidad es nodal y seguramente será discutido exhaustivamente. Debe verse bajo una óptica a favor del usuario y con ánimo para apoyar la competencia, donde se permita que los concesionarios de TV por cable de cualquier tamaño cuenten con el ambiente propicio para transformar gradualmente sus redes. Es momento de replantear los paradigmas en cuanto a cómo debemos considerar la “calidad” de los servicios de voz, cuidando que se permita que las nuevas tecnologías de desarrollen y maduren. Una opción viable es permitir a las redes de TV por cable que pretendan prestar el servicio de voz –mientras sus redes no estén en condiciones de ofrecer los mismos estándares de calidad que las redes telefónicas tradicionales-, el que, previo aviso que den a sus usuarios, se les permita ofrecer el servicio de voz advirtiéndoles a estos de las limitantes de calidad que presentan.
En estas condiciones, los usuarios pudieran tomar la decisión de contratar a la concesionaria de TV por cable al menos para segundas líneas como es promovido en Estados Unidos. Adicionalmente, si se les permitiera ir gradualmente transformando sus redes, muy probablemente estarían en condiciones de ofrecer precios más favorables en relación con los operadores telefónicos. Existen otros temas muy relevantes que deben ser discutidos. Me refiero al papel de Telmex en la competencia de servicios convergentes a la compartición de costos en la adecuación de las redes a la forma de evitar la discriminación en la provisión de servicios, a los criterios para la interconexión entre redes hasta ahora disímbolas entre otros muchos.
Concluyo señalando que ahora que se abrió formalmente el proceso de discusión que agilicemos el análisis y la discusión, mediante propuestas estudiadas y en lo posible consensuadas, pues no es posible que se pierda esta oportunidad derivada del compromiso de la SCT de emitir el acuerdo para fines del 2006 y que continuemos en un debate que ha sido plenamente superado en muchos países.
Fuente: El Economista, Empresas y Negocios, por: Joaquín Álvarez del Castillo