Los modelos de inteligencia artificial generativa, capaces de crear personajes ultrarrealistas y universos virtuales completos, podrían hacer que los videojuegos del futuro sean más económicos y de mayor calidad. Sin embargo, esta tecnología emergente genera preocupación entre artistas y desarrolladores.
Mike Cook, diseñador de juegos y profesor de ciencias computacionales en el King’s College de Londres, explicó que la inteligencia artificial generativa ya se usa con frecuencia en el desarrollo comercial de videojuegos, aunque en tareas pequeñas como el doblaje, las ilustraciones o la asistencia en programación. Señaló que estas aplicaciones suelen pasar desapercibidas para los jugadores.
Un estudio de la startup estadounidense Totally Human Media reveló que casi 20% de los títulos disponibles este año en la plataforma Steam reportaron haber utilizado inteligencia artificial generativa durante su desarrollo. Esto representa miles de juegos lanzados recientemente, entre ellos producciones de gran escala como Call of Duty: Black Ops 6 o el simulador de vida Inzoi.
Según el consultor en inteligencia artificial Davy Chadwick, el crecimiento de estas herramientas permitirá a los estudios combinar varios puestos de trabajo en uno solo, con el apoyo de la automatización. Estima que los desarrolladores podrían aumentar su productividad entre 30% y 40%.
El avance ha sido vertiginoso: los programas más recientes ya pueden generar modelos 3D, personajes u objetos a partir de un simple texto, listos para integrarse en un entorno de juego. Ethan Hu, fundador de la startup californiana Meshy.ai, que cuenta con más de cinco millones de usuarios, afirmó que antes crear un modelo 3D de alta calidad podía tardar dos semanas y costar mil dólares, mientras que ahora se puede obtener en un minuto por apenas dos dólares.
Las grandes empresas del sector han adoptado diferentes estrategias ante esta tendencia. Electronic Arts colabora con la startup Stability AI, mientras que Microsoft, creadora de Xbox, desarrolla su propio modelo llamado Muse. La apuesta es alta: según la firma de análisis Newzoo, la industria del videojuego podría generar casi 190,000 millones de dólares en ingresos en 2025.
Tommy Thompson, fundador de la plataforma AI and Games, señaló que el objetivo es aumentar la productividad y reducir los costos y tiempos de desarrollo. Sin embargo, trabajadores del sector expresan desconfianza y temor ante una tecnología que podría provocar despidos, especialmente tras varias rondas de recortes en los últimos años.
Un desarrollador de un estudio francés comentó que, en el modelado 3D, los objetos generados por inteligencia artificial suelen ser caóticos y poco funcionales, por lo que requieren tanto trabajo de corrección como si se hicieran desde cero. Este tipo de experiencias ha llevado a muchas empresas a mantener discreción sobre el uso de estas herramientas.
Felix Balmonet, cofundador de la startup francesa Chat3D, afirmó que la inteligencia artificial no reemplaza a los artistas, sino que les permite acelerar sus procesos creativos al automatizar tareas repetitivas. Su empresa ya colabora con dos de los cinco estudios más grandes del mundo.
Algunos desarrolladores temen que no adoptar la inteligencia artificial generativa los deje fuera de competencia. Un director de estudio francés comentó que, aunque está en contra de su uso, deberá considerar implementarla en su próximo proyecto.
La mayoría de los editores e inversionistas consultados aseguraron que el uso de inteligencia artificial no influye en su decisión de financiar un desarrollo. Piotr Bajraszewski, responsable de desarrollo comercial en el estudio polaco 11 bit Studios, advirtió que se debe tener cuidado al emplear estas herramientas.
Su estudio enfrentó críticas por parte de jugadores tras el lanzamiento de The Alters en junio, luego de que se descubriera texto generado por inteligencia artificial que no había sido señalado previamente. La empresa explicó que se trataba de un contenido provisional olvidado, aunque el caso evidenció la importancia que muchos jugadores aún otorgan al trabajo humano en la creación de videojuegos.

















