Un informe de China Water Risk, una organización sin fines de lucro con sede en Hong Kong, advierte que la demanda de recursos hídricos en China podría experimentar un aumento significativo en la próxima década debido al crecimiento de los centros de datos y el uso de inteligencia artificial (IA).
Según este informe, los centros de datos chinos ya consumen anualmente alrededor de 1,300 millones de metros cúbicos de agua, equivalente al consumo residencial de 26 millones de personas.
Se estima que para el año 2030, este consumo podría superar los 3,000 millones de metros cúbicos, lo que equivaldría a la demanda de una población mayor que la de Corea del Sur.
Este incremento en el consumo de agua plantea desafíos significativos en términos de abastecimiento y sostenibilidad en China.
La organización enfatiza la necesidad urgente de abordar esta creciente demanda de recursos hídricos para lograr un equilibrio adecuado entre el desarrollo tecnológico y la conservación de los recursos naturales.
El informe señala que los centros de datos no solo consumen agua directamente para enfriar los equipos, sino que también generan un consumo indirecto debido a la producción de electricidad a partir del carbón.
Se proyecta que hacia finales de la década, China albergará más de 11 millones de bastidores en sus centros de datos, lo que representa casi el triple de la cantidad existente en 2020.
Además, se espera que el aumento en el uso de tecnologías de IA genere una mayor demanda de recursos hídricos en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Un estudio preimpreso mencionado en el informe revela que el modelo lingüístico GPT-3, utilizado en aplicaciones de inteligencia artificial, consume una cantidad considerable de agua por cada respuesta generada.
Este impacto se multiplica con el aumento en el uso de chatbots por parte de usuarios y empresas tecnológicas chinas como Baidu, Tencent y Alibaba.
Ante esta situación, Debra Tan, directora de China Water Risk, enfatizó la necesidad de implementar medidas para mejorar la eficiencia en el uso del agua, incluyendo la restauración de cuencas hidrográficas, la reutilización de aguas residuales y la recolección de agua de lluvia.