Amazon trae consigo todas las ventajas comerciales imaginables por la pandemia del coronavirus, que está obligando a muchas personas a permanecer en sus casas y trabajar desde ahí.
El gigante del comercio electrónico, con un gran poder en computación en la nube, es una de las pocas empresas tecnológicas cuyas estimaciones financieras han mejorado desde el comienzo del año.
Como corresponde a su gran ventaja, Amazon fue el único minorista entre las empresas de comercio electrónico cubiertas por la firma Jefferies de Wall Street en la que los consumidores gastan más desde el brote del COVID-19, según una encuesta realizada a 638 estadounidenses a fines de marzo.
Sin embargo, su gasto podría superar los ingresos, incluso si las ventas son extremadamente fuertes a medida que la compañía aumente la contratación, con un impulso para agregar 100,000 nuevos trabajadores, y que creció recientemente con otros 75.000, todo esto para satisfacer las demandas en el comercio minorista.
El costo de la fuerza laboral podría aumentar el gasto de las operaciones, lo que podría perjudicar los resultados de la compañía y encarecer su infraestructura. Esta semana, por ejemplo, la compañía dijo que suspendería el envío de paquetes que no sean de Amazon, en un intento por mantener el ritmo de los pedidos de los clientes.
El programa de prueba, llamado Amazon Shipping, se pausará en junio porque la compañía necesita cambiar a los trabajadores para cumplir sus propios pedidos, informó el Wall Street Journal.
Debido a que la operación logística de Amazon está optimizada para la eficiencia en lugar de la capacidad de respuesta, es probable que continué luchando bajo el peso de la demanda cambiante y los volúmenes de reabastecimiento inconsistentes durante al menos varios meses más, dijo Bríttain Ladd, director de logística y marketing de Pulse Integration.
