La selva amazónica –el bosque tropical más extenso del planeta– es considerado por algunos como ‘los pulmones del mundo’, con una inmensa variedad de árboles y vegetación que contribuyen a regular adecuadamente la atmósfera.
La región atraviesa un periodo crítico a causa de la deforestación, el desarrollo urbano y el cambio climático, lo que provoca alteraciones en las emisiones de la vegetación.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard está estudiando estos comportamientos mediante el uso de drones que, con sensores incorporados, son capaces de ‘olfatear’ el Amazonas.
Gracias a estas ‘narices voladoras’, los científicos, encabezados por el profesor Scot T. Martin, tienen la capacidad de obtener información sobre la ‘salud’ de este ecosistema.
El proyecto surge a raíz de un acuerdo de colaboración entre la Universidad do Estado do Amazonas y el fabricante de drones DJI, que puso a su disposición el dron M600 para las tareas de investigación y monitoreo de la zona.
De esta forma, en vez de utilizar los tradicionales aviones, satélites, torres de observación o globos aerostáticos, los científicos aprovechan que los drones son capaces de acercarse más que cualquier otro aparato y trasladarse de forma anónima durante el proceso de escaneo.
Con la información recopilada, los investigadores pueden configurar un sistema de alerta temprana que permita evitar un escenario de desastre.
