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Dataflux demanda penalmente a Compaq-HP por engaño.

El refranero dice que más vale un mal arreglo que un buen pleito, y éste parece ser el desenlace en la relación entre Dataflux y Compaq-HP.

Durante años Dataflux y Compaq desarrollaron una exitosa relación comercial, en la cual la primera fue por buen tiempo uno de los principales mayoristas de equipos de cómputo de la segunda.

Pero desde 2000 Compaq, y en general la industria de manufactura de equipos de cómputo, decidieron modificar su modelo de negocio para alinearlo con la estrategia de Dell, a fin de llegar directamente al cliente final.

El caso es que como efecto del cambio de modelo las participaciones de mercado de varios mayoristas, entre ellos Dataflux, se han venido deteriorando. En concreto, esto se ha traducido en la entrada de proveedores al mercado de distribución de computadoras, compitiéndoles directamente y a su vez una enorme reducción en los márgenes, que hace imposible sostener la estructura de costos construida a partir de la distribución tradicional, incluso a gran escala.

Esto derivó en que para enero de 2001 la situación financiera de Dataflux no resistió más y la empresa entró en quiebra técnica para iniciar una reestructura de sus adeudos, entre otros con Compaq.

Fue en marzo de ese mismo año que se alcanzó un primer acuerdo entre Dataflux y Compaq, mismos que se plasmaron en un convenio de reconocimiento de adeudo que vino a sustituir una deuda original amparada en facturas y respaldada por títulos de crédito.

Dataflux, pese a todo, vino cumpliendo puntualmente con los primeros pagos de dicho convenio, pero pasados unos meses volvió a caer en mora, algo que no es raro en el sector minorista de cómputo, si considera que han seguido en picada los precios de los equipos y ha crecido el modelo de venta directa.

Así fue que al iniciar 2002, con base en el convenio que le comento, Compaq interpuso una demanda ejecutiva mercantil en contra de Dataflux, a fin de ejecutar el cobro judicial de sus adeudos, y en noviembre de ese mismo año, después de una larga y tediosa negociación, ambas partes concluyeron dicho juicio con la suscripción de un convenio judicial mediante el cual. Dataflux decidió entregar en pago a Compaq 67 meses de rentas de los pisos 19 y 20 de la entonces conocida Torre Dataflux, con lo cual se daba por terminado el conflicto. Dentro de los términos de ese segundo convenio se definió que los pisos deberían ser entregados en obra gris, situación que funcionarios de Compaq confirmaron con antelación al firmar el convenio judicial.

Pero entonces sobrevino la multipublicitada fusión entre Compaq y HP, donde Barbara Mair Rowberry entregó la estafeta a Carlos Guzmán Boffil, y ese fabricante decidió desconocer el contenido del acuerdo que le comento, con el argumento que los pisos 19 y 20 de la torre no cumplían con las características de «obra gris» sino de «obra negra», u se negó a recibir los pisos del edificio más alto de Monterrey, y sin lugar a dudas, unos de los más modernos de la capital regia.

Entonces Compaq-HP interpuso ante el juzgado que conoció del convenio judicial un incidente de ejecución forzosa; además se exigió llevar hasta las nubes el monto del adeudo reconocido a 73 millones de dólares, cuando en el convenio judicial se estipulaba siete millones de dólares.

Siguieron en 2003 los dimes y diretes en los juzgados, pero la empresa de Guzmán Boffil en agosto del año pasado recibió un revés en los tribunales, y apenas en junio de 2006 obtuvo una sentencia definitiva que obliga al distribuidor a pagar 7.7 millones de dólares que luego se redujeron a 3.3 millones de dólares, al haber de por medio dos juicios.

Con lo anterior, y vistas las francas contradicciones entre los juicios antes mencionados que tuvieron el único fin de engañar a la autoridad y obtener un doble cobro, Dataflux ahora está demandando penalmente a Compaq-HP por engaño, lo que podría llevar a algunos de sus ejecutivos a la cárcel.

Por lo que se sabe, el expediente ha tenido cierta celeridad en la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal que encabeza Bernardo Bátiz, lo que puede apreciarse a partir de la cascada de citatorios a varios ejecutivos de Compaq-HP involucrados en el expediente de Dataflux, y no sería raro que el desenlace de ese pleito se conozca antes que concluya el año con algunas órdenes de aprehensión.

Fuente: El Financiero, Rogelio Varela