México debe estar en condiciones de utilizar la infraestructura de cobre del cableado telefónico de Telmex, y eliminar la restricción a la inversión extranjera, si busca una verdadera oferta de servicios de banda ancha para los consumidores, afirmó José Otero, director de Signals Telecom Consulting. Añadió que el pago de una cuota por utilizar este medio obstaculiza la entrada de nuevos competidores.
Sin embargo, bajo las leyes mexicanas Telmex no es un operador dominante y por lo tanto, no actúa de forma desleal con otros competidores, destacó el investigador.
Hasta hoy, la regulación mexicana de telecomunicaciones no contempla la desagregación del bucle, es decir, el uso de la infraestructura de cableado para todos los participantes, situación que convierte a México en el único país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que no establece esta práctica de mercado.
Nueva Zelanda la incorporó en 2006
Negar el acceso a la red del operador interesado, sería considerado ilegal y requeriría de la intervención de los reguladores.
Ernesto Piedras, director de The Compettitive Institute Unit, destacó que el hecho de que Telmex sea dominante en varios segmentos del mercado, pero que no se le declare como tal, sí afecta al mercado.
México necesita primero la aprobación de una ley a favor de la desagregación del bucle y luego un monitoreo de los costos de alquiler ofrecidos por el acceso a la última milla, para poder estimular una mayor competencia en la oferta de servicios de banda ancha.
Los especialistas indicaron que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), mediante el Plan Técnico Fundamental de Interconexión, podría hacer obligatorio el arrendamiento, en beneficio de la competencia, lo que acarrearía tarifas a la baja en las llamadas y costos de internet.
Sin embargo, Telmex advierte que desagregar el bucle también podría tener un impacto negativo al inhibir la inversión porque sería más barato rentar a costo, que realizar nuevas inversiones.
Fijará Televisa posición
Por otra parte, Grupo Televisa está analizando la resolución de la Comisión Federal de Competencia, tras conocer que el organismo condicionó su compra del 49% de las acciones de Cablemás.
Fuentes de la televisora, propiedad de Emilio Azcárraga Jean, dijeron a El Economista que la compañía estudia con detenimiento las condiciones impuestas por el organismo antimonopolio, por lo que en los próximos días podría fijar su
postura.
La CFC condicionó a Grupo Televisa para que abra sus contenidos a todas aquellas empresas de televisión abierta o restringida que se lo soliciten en un plazo de 90 días.
Fuente: El Economista, México