El papel del director financiero gana protagonismo en una economía cada vez más global, en la que crece el peso de los mercados financieros. El nuevo perfil profesional no sólo atiende las finanzas, participa también en la toma de decisiones de negocio y gana responsabilidades en otras áreas del negocio como TI y ventas. La consultora Hays ha decodificado su ADN a partir del estudio de las capacidades y habilidades profesional y personales de más de 800 directores financieros en activo.
Según el estudio, no existe un perfil laboral único: cada empresa es diferente y sus necesidades son diversas. Tampoco existe un patrón único en la formación recibida, experiencia o características personales. El “retrato robot” es el de un hombre –son más numerosos que las mujeres- de entre 41 y 55 años, que ha trabajado duro –el 75% en ámbitos financieros- y el 74% señaló que si pudiera regresar el tiempo, elegiría ser director financiero de nuevo.
El “nuevo” director financiero ya no trabaja solo, a su lado hay un equipo de expertos en distintas áreas. Delega cierto nivel de poder, es transparente y dialogante, aporta más visibilidad a la empresa y tiene capacidad de liderazgo, que no debe confundirse con la de relación. Su nuevo papel le ha convertido en un asesor fiable, en un socio de negocio para las distintas áreas de la empresa, que trabaja con los diferentes departamentos asegurando el éxito empresarial.
Muchos de los encuestados hoy abogan por adquirir experiencia en una amplia gama de industrias y mercados, así como experimentar desde diferentes disciplinas y en distintas responsabilidades. La mayoría de los encuestados, el 93%, destacó la importancia de la experiencia internacional, del aprendizaje de un segundo idioma, del conocimiento de los avances tecnológicos, así como de diferentes legislaciones regulatorias.
Los equipos de trabajo en el área de finanzas son cada vez más reducidos y utilizan sistemas más sofisticados. Requieren no sólo mayores capacidades técnicas, sino otras habilidades como la orientación a resultados y el trabajo en equipo. Como en todo, aquellos directores que consiguen el equilibrio adecuado son los que tienen éxito, los que pueden ser agresivos en términos del desarrollo, pero manteniendo bajo control los aspectos legales, fiscales y contables de la empresa, explica Caterina Anzorena, Directora de Finanzas de Hays México.
Según el 36% de los encuestados, el nuevo director financiero debe tener una mentalidad y dotes comerciales. A la hora de ofrecer un buen consejo a la próxima generación, el 69% piensa que deben apoyarse en la generación actual e involucrarse en las actividades operacionales de su organización. La mayoría aseguró que la suya era una carrera gratificante y el 27% hace uso de las redes sociales. En su tiempo libre, el 76% afirmó que practicaba habitualmente algún deporte o hacía ejercicio al aire libre. Paralelamente, el 42% indicó que eran seguidores de diferentes eventos deportivos, el 34% prefieren viajar por el mundo y el 32% eligen asistir a eventos culturales.
“Las exigencias de los directores de finanzas han cambiado, así como la forma de hacer negocios. El director de finanzas anteriormente sólo debía dedicarse a cumplir la regulación tanto contable como fiscal y legal”, explica Anzorena. “Hoy en día su función no implica sólo esto, ya que las regulaciones nacionales e internacionales son cada vez más estrictas, por lo resulta indispensable tener claridad y comunicar cuáles son los factores clave (key drivers) de la productividad del negocio y ser un apoyo constante de la operación”.
Una de las principales conclusiones del estudio es que para triunfar como director financiero hay que tener un enfoque profesional claro, saber qué se quiere y trabajar en consecuencia. También hay que tener ambición, querer triunfar y, en paralelo, una ética de trabajo increíble. También se comprobó que un gran número de los encuestados se había apoyado para desarrollar su carrera en la familia y en los amigos y buscaron la tutela y la orientación de sus superiores.
