En solo un día, DeepSeek, el llamado ‘ChatGPT chino’, ha causado un gran impacto en los mercados financieros y ha intensificado la competencia entre China y Estados Unidos en el campo de la inteligencia artificial (IA).
Sin embargo, su ascenso tan vertiginoso ha desatado preocupaciones sobre posibles censuras y sus políticas de privacidad.
La aplicación DeepSeek R-1, que recientemente superó a ChatGPT de OpenAI en descargas en la tienda de Apple, tanto en China como en Estados Unidos, ha captado la atención global.
Su éxito se atribuye al modelo V3, que se desarrolló en solo dos meses con una inversión de 6 millones de dólares, según su director Liang Wenfeng.
Aunque DeepSeek proporciona detalles sobre su origen y tecnología, evita abordar temas delicados. Cuando se le pregunta sobre Xi Jinping, la app sugiere cambiar de tema, mientras que al consultar sobre Donald Trump, responde de manera extensa pero desactualizada, describiéndolo como expresidente y una figura clave del Partido Republicano, sin mencionar su situación actual.
Respecto a las relaciones entre Trump y China, DeepSeek inicialmente ofrece una respuesta destacando la compleja relación entre ambas naciones, pero luego elimina la respuesta y afirma que la cuestión está fuera de su alcance.
DeepSeek se muestra más receptivo al hablar sobre la estrategia de China para convertirse en líder mundial en IA para 2030. La app destaca los avances de China en este campo y el enfoque prioritario del Gobierno hacia esta industria, aunque también menciona los desafíos y la competencia, particularmente de Estados Unidos y Europa, con empresas como Google, Microsoft e IBM.
El vertiginoso crecimiento de DeepSeek ha despertado inquietudes sobre la privacidad de los usuarios. El Gobierno de Australia expresó hoy su preocupación sobre la gestión de los datos de los usuarios, haciendo comparaciones con TikTok, plataforma de ByteDance que enfrenta restricciones en varios países por razones de seguridad nacional.
DeepSeek defiende que la recolección de datos se realiza de manera transparente y asegura que no comparte información con terceros, a menos que lo exija la ley. No obstante, la aplicación está sujeta a las estrictas regulaciones chinas, que supervisan los servicios de IA para alinearse con los «valores socialistas fundamentales» y evitar contenidos que puedan poner en riesgo la seguridad nacional o la estabilidad social.
En julio de 2024, China aprobó una normativa provisional que obliga a las plataformas de IA generativa a cumplir con rigurosos estándares de seguridad, protección de datos, propiedad intelectual y avances científicos, una normativa que afecta directamente a servicios como DeepSeek.
