La red social dirigía la atención de periodistas, analistas y blogueros hacia determinadas prácticas de recopilación de información
Un experto en privacidad en internet destapó una campaña oculta orquestada por Facebook que mermaba la imagen pública de Google a base de fomentar historias en la prensa que criticaran su gestión de datos, informó hoy The Wall Street Journal.
El plan de la red social pasó por contratar a la agencia de relaciones públicas Burson-Marsteller a través de la cual dirigir la atención de periodistas, analistas y blogueros hacia determinadas prácticas de recopilación de información de los usuarios de internet.
Esa estrategia escenificó la creciente rivalidad entre esas dos grandes compañías de Silicon Valley en un momento en el que Facebook parece querer expandirse más allá de su plataforma y Google trata de entrar en el universo de las redes sociales.
El experto en privacidad Chris Soghoian fue quien reveló la trama después de recibir correos electrónicos de la agencia de relaciones públicas animándole a escribir sobre Google.
Soghoian pidió a Burson-Marsteller que le notificara quién era su cliente y la empresa se negó y argumentó que la información que le estaban facilitando era pública.
«Sé muy bien cuáles son los problemas (de Google) y éste no estaba entre los 10 primeros de mi lista», comentó Soghoian, quien mostró en internet su intercambio de emails con Burson-Marsteller, compañía que terminó por admitir que trabajaba para la empresa de Mark Zuckerberg.
Facebook «pidió que su nombre quedara en un segundo plano y que se diera a conocer información que está disponible públicamente. Esa información podría entonces ser repetida de forma fácil e independiente por cualquier medio», comentó la agencia en un comunicado.
Burson-Marsteller admitió que esa práctica «no era un procedimiento estándar» y que iba en contra de sus «políticas» para afirmar seguidamente que tendrían que haber rechazado el contrato con Facebook en esas condiciones.
Facebook, por su parte, aseguró que no autorizó ni tenía la intención de realizar una campaña «difamatoria».
«Nos asociamos con Burson-Marsteller para centrar la atención en ese asunto usando la información pública disponible que podía ser verificada de forma independiente por cualquier medio de comunicación o analista. Los temas son serios y deberíamos haberlos presentado de una forma seria y transparente», dijo la red social.
EFE