El Apple Car enfrenta el éxito o el fracaso en 2022, con una ola de salidas de empleados calificados para lograr el objetivo de la compañía de la manzana de desarrollar un automóvil verdaderamente autónomo.
A pesar de todos los ajustes y tras 8 años de especulaciones, 2022 podría resultar un año crucial para el proyecto.
Todos los lanzamientos de productos de Apple tuvieron un liderazgo consistente durante su periodo de gestación. Pero el Apple Car, el vehículo autónomo de la compañía, ha sido todo un ejercicio de cambios de liderazgo.
El proyecto se inició en 2014 bajo la dirección de Steve Zadesky, un ex ingeniero de Ford convertido en ejecutivo del iPhone y iPod. Más tarde fue puesto en manos del ex jefe de la división de hardware Dan Riccio y posteriormente de su predecesor Bob Mansfield, quien se retiró el año pasado. El ex ejecutivo de Tesla, Doug Field, estuvo al mando durante un período desde 2018 hasta septiembre.
Tras la salida de Field de la empresa, en las claves del proyecto aterrizaron en manos de Kevin Lynch. A diferencia de los cuatro líderes anteriores, Lynch no tiene experiencia en liderazgo de hardware ni una historia en el mundo del automóvil, aunque se sabe que conduce un Tesla. Su experiencia se detiene en el software.
Lynch transformó el Apple Watch en un producto sin un propósito claro en un dispositivo indispensable para notificaciones y monitoreo de salud para millones de usuarios.
El software es fundamental para el Apple Car, al menos en dos maneras: el software de autoconducción subyacente que impulsará el automóvil y, como ocurre con todos los relacionado con Apple, el sistema operativo con el que los usuarios interactuarán para operar el vehículo.
Al hacerse cargo, Lynch inculcó una dirección nueva y singular para el proyecto: un automóvil totalmente autónomo que evita el volante y los pedales, y apunta a una experiencia similar a la de una limusina. También impulsó al equipo de desarrollo, conocido como Grupo de Proyectos Especiales, a acelerar el ritmo de trabajo y apuntar a una introducción del automóvil a partir de 2025.
Ahora que Field descubrió lo que quiere del proyecto, él y Apple deben ejecutar esa visión. El mayor desafío, además de perfeccionar la tecnología, será retener el talento que hará realidad este automóvil.
Si bien Field fue, en nombre y título, la mayor salida del equipo de Apple Car este año, fue solo una de las muchas personas que le siguieron. A principios de 2021, la ola de salidas comenzó con cuatro de los principales líderes de Apple Car de la compañía, entre ellos, Michael Schwekutsch, que dirigía el hardware para el proyecto de Apple.
No son solo altos directivos los que han dimitido. Recientemente, se fueron al menos tres ingenieros clave que trabajaban en tecnología de baterías, sistemas de tren de transmisión y sensores de conducción autónoma. Algunos de los ex empleados de Apple se han unido a empresas emergentes de taxis voladores.
El año que viene será revelador para Apple. Si bien tiene la visión, necesita contratar y retener a las personas adecuadas para que todo funcione. Si no puede averiguar cómo hacer esto después de un año bajo su quinto jefe de Apple Car, tal vez debería reconsiderar la viabilidad del proyecto o poner sus casi 200 mil millones de dólares en efectivo a trabajar y comprar algunas nuevas empresas de vehículos eléctricos.