SAN FRANCISCO.- Vivimos en un mundo cada vez más impredecible en términos de riesgos cibernéticos, con grandes tensiones de poder entre las potencias mundiales, enfrascadas en una franca competencia por el dominio en la capacidad tecnológica.
Durante un panel de discusión sobre temas de ciberseguridad en el Oracle OpenWorld 2018, Sir John Scarlett, exjefe del British Secret Intelligence Service, dijo que ve ‘más ansiedad en esta competencia entre Estados Unidos y China por la innovación tecnológica’.
Además, Scarlett considera que las organizaciones en general no le otorgan la prioridad más alta al momento de elegir en dónde alojar su bases de datos.
Por su parte, Jeh Johnson, exdirector del Departamento de Homeland Security, asegura que ha notado un importante incremento en las amenazas contra la seguridad nacional, y se cuestiona bajo qué circunstancias un ciberataque debe ser considerado como un acto de guerra.
‘El ciberriesgo se pondrá peor antes de mejorar’, pues los criminales informáticos son ‘cada vez más tenaces e ingeniosos, y es difícil mantenerse al día’.
Michael Hayden, exdirector de la CIA, agregó que ‘nunca había sido más complicado mantener el paso de los ciberdelincuentes’, ya que con el nivel actual de intercontectividad global, ‘cuando algo pasa en un punto, impacta en muchos otros a distancia’.
En cuanto a los ciberataques, Hayden apunta que ‘se deben empezar a ver a través de un lente que no es nuestro, sin verlo como piensan los criminales’, pues el efecto en el ‘campo de batalla’ es impredecible, por lo que confía en que la inteligencia artificial ayude a favorecer la defensa.
Un campo de batalla virtual
Johnson se refirió a los ataques rusos durante las elecciones de Estados Unidos en 2016 como un evento del que aún no se sabe el grado de impacto que pudo haber tenido en la opinión pública, pero que ayudó a aumentar el nivel de conciencia y preocupación por este tipo de ataques.
‘Sabemos que el acceso libre a internet también es una vulnerabilidad, y tenemos que pensar en el ciberespacio como un espacio de batalla; debemos tenerlo como una prioridad internacional de defensa y hacer más trabajo mediante alianzas entre organizaciones públicas y privadas’.
Edward Screven, Chief Corporate Architect de Oracle, opina que muchos de los grandes cibercriminales actuales disponen de enormes recursos económicos o bien son patrocinados, y sus motivaciones pueden ser incluso políticas para afectar a gobiernos u organizaciones.
Por ello, la compañía trabaja intensamente en crear nuevas tecnologías para responder a estas amenazas, de forma que si algún elemento dentro de la red es comprometido, el ataque no se extenderá hacia afuera.
‘El riesgo crece, es persistente y no se va a ir. Somos muy dependientes de las computadoras y los atacantes tienen la ventaja. Con nuestras nuevas tecnologías podemos ser más efectivos al defender a nuestros clientes de esas amenazas’.
John Scarlett concluye que, ante la incertidumbre en la manera en que evolucionarán los ciberataques en el futuro, las organizaciones deben tener claro qué es lo que realmente deben proteger y asegurarse de que su información está protegida y secreta. ‘Preservar la seguridad es parte de nuestra privacidad’.