El fin del litigio entre las compañías Samsung Electronics y Apple en relación a conflictos por el uso de patentes podrá haber llegado a un final feliz fuera de Estados Unidos, sin embargo, su batalla más grande aún está lejos de concluir.
A pesar de esto, expertos involucrados en el tema consideran el acuerdo como un gran avance y una muestra de la disposición de ambas firmas para poner fin a la guerra de patentes y la rivalidad que sostienen en el disputado mercado de los dispositivos móviles.
El conflicto dio inicio en abril de 2011, cuando la firma de la manzana demandó a Samsung por haber copiado los diseños de sus dispositivos iPhone y iPad. Samsung reviró alegando que Apple había violado los patentes de su tecnología 3G. A partir de entonces, nuevas demandas se han presentado por ambas partes, de las cuales la mayoría han favorecido a la estadounidense.
Samsung y Apple han apelado sin excepción todos los veredictos en contra, por lo que el proceso ha llegado a un punto en el que las dos firmas buscan demostrar los daños que los supuestos plagios de la competencia han causado sobre sus ventas y planes de expansión.
En cualquier caso, es difícil aún predecir un fin a la guerra entre ambas firmas, especialmente después de que en mayo pasado la corte federal de San José, California condenara a Samsung a indemnizar a Apple con 119.6 millones de dólares por copiar dos características del iPhone en sus teléfonos inteligentes.
Hasta el momento, Samsung arrastra una deuda de más de 1,000 millones de dólares como consecuencia de los litigios que ha perdido en los tribunales de Estados Unidos, aunque ha asegurado que no desistirá en su intento por apelar las sentencias a favor suyo.