Justo al otro lado del río Potomac desde Washington, DC, en un parque de oficinas oculto entre el Pentágono y el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, se encuentran dos relucientes torres de 22 pisos que albergan a 8,000 empleados de Amazon.
Durante un recorrido, en algún lugar de la terraza al aire libre con parrillas eléctricas, una escalera adornada con plantas y apliques junto al ascensor, hace evidente que esto fue construido para una época pasada de Amazon.
Algunas áreas de HQ2 incluyen ‘suites para equipos’ con sofás y salas de reuniones que pueden reservarse para grupos que deseen pasar días fuera de sus escritorios.
Estos espacios fueron diseñados para motivar a los trabajadores a abandonar las comodidades del hogar y venir a la oficina. ‘El cubículo ya no es suficiente’, afirmó Brian Earle, de ZGF, el arquitecto principal.
Durante sus dos primeras décadas, la empresa mostró en su mayoría indiferencia hacia los grupos y políticos locales. Esto dejó a la empresa con poco capital político cuando la ciudad implementó un impuesto sobre la nómina para grandes empleadores.
Ahora, el museo de Amazon también exhibe un modelo a escala del campus completo propuesto por la compañía, que además de las dos torres ocupadas, incluye un desarrollo adicional, tres rascacielos y un espacio de trabajo en forma de cono de helado llamado Helix.
Todo esto es suficiente para hacer que alguien olvide la austeridad y el reciente retroceso de Amazon. La empresa ha despedido a 27,000 trabajadores desde noviembre como una medida correctiva después de una expansión masiva durante la pandemia de COVID-19. Para algunos equipos, la plantilla ha estado congelada durante más de un año.
El terreno donde Amazon planea construir Helix y otras estructuras es un baldío con algunos árboles. Amazon pospuso el desarrollo indefinidamente por primera vez en marzo. Huseman dijo que la compañía sigue comprometida con el proyecto y los 25,000 empleados que prometió al norte de Virginia (a cambio de cientos de millones en exenciones fiscales), pero no ofreció ninguna actualización sobre el calendario.
Desde el mostrador de la puerta hasta las cafeterías gourmet en el lugar, HQ2 fue uno de los últimos grandes gastos de la era de Bezos. Ahora corresponde a su sucesor, Andy Jassy, decidir si retomar el proyecto tal como fue diseñado o optar por una alternativa más económica.