A lo largo de la historia de las civilizaciones se han desarrollado innovaciones que han generado cambios sustanciales en los usos y costumbres en la mayoría de los seres humanos. En el origen de las primeras civilizaciones el fuego fue un gran descubrimiento, como lo ha sido, en un recorrido histórico: la rueda, el papel, la pólvora, la imprenta, el foco incandescente, la radio, el automóvil, la aviación, etc., que han iniciado grandes trasformaciones del comportamiento humano en lo social, lo político, lo económico y desde luego en su calidad de vida.
Podemos decir que el periodo más intenso de generación de innovaciones que han producido cambios disruptivos en el comportamiento social ha ocurrido en los últimos cien años, cuando hemos podido presenciar el impacto que han producido las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), cuya trascendencia estamos viviendo apenas en su fase inicial.
Las TIC desde sus orígenes, hace menos de cincuenta años, han venido modificando el comportamiento de los individuos y de la sociedad en general. Simplemente citemos: equipos de cómputo, cajeros automáticos, comunicación mediante telefonía móvil, buscadores de información vía internet, televisión HD en 3D, relojes inteligentes, etc.
La evolución de las TIC están teniendo un gran impacto en la infraestructura urbana de las ciudades y en un futuro inmediato podremos ser testigos y actores del surgimiento progresivo hacia las Ciudades Inteligentes.
Ambientes de las Ciudades Inteligentes
La visión de varios analistas y estudiosos se orienta hacia la creación de ambientes generados por las TIC, que tienden a incorporar los quehaceres cotidianos de las mujeres y hombres en las ciudades inteligentes. Una Ciudad Inteligente puede definirse como aquella que, por medio de la aplicación de herramientas tecnológicas en diferentes ámbitos, mejora la vida de los ciudadanos a través de la configuración de localidades más eficientes en el uso de sus recursos, en donde se promueve el desarrollo sostenible.
Uno de los elementos más importantes para que una ciudad pueda recibir el título de “inteligente”, es que posea una plataforma interoperable y escalable con accesos sencillos y amigables que se puedan mantener y robustecer fácilmente en todos los ámbitos de servicio de la ciudad.
Trataré a continuación, de hablar en lo general de las áreas en donde se están construyendo y potenciando Ciudades Inteligentes y me ubicaré en tres vertientes que considero que forman parte de la espina dorsal de la infraestructura de los servicios públicos: movilidad, servicios de salud y educación.
Movilidad. Existen varios aspectos y atributos a considerar en la movilidad social; uno relevante es el transporte, en donde las TIC tenderán un gran protagonismo en las aplicaciones para mejorar el movimiento del transporte en las urbes, lo cual si bien se está logrando, existen aún grandes áreas de oportunidad para lograr un incremento notable en eficiencia y efectividad, tales como un mejor control del tráfico basado en aplicaciones de Big Data y el apoyo de sensores en las calles con mayor circulación de vehículos tratando de evitar cuellos de botella. Con el uso de luces LED, que permiten masificar el Internet de Todas las Cosas (IoT), se pueden lograr grandes ahorros en la energía comparado con las infraestructuras actuales.
Otro aspecto importante en la movilidad en las ciudades es la iluminación de las calles y áreas públicas que permitan su uso a cualquier hora. Este es precisamente uno de los campos de estudio que atienden centros de investigación en universidades de España y Brasil como proyectos piloto en el ámbito de las Ciudades Inteligentes. Las investigaciones, que han comenzado en el primer trimestre de 2015, están centradas inicialmente en el área de iluminación pública de municipios y se extenderá a los campos de seguridad y energía.
Servicios de salud. “Los ciudadanos esperan que las autoridades de las ciudades proporcionen servicios TIC relacionados con los servicios públicos y la calidad del agua”, explica Michael Björn, Jefe de Investigación en Ericsson ConsumerLab. En relación con los servicios públicos, la salud tiene una marcada relevancia, por lo que es de esperar soluciones vía internet para tomar decisiones inteligentes de protección a la vida: primeros auxilios, contingencias imprevistas, información de protección civil, etc., todo lo cual puede operar a través de una red inalámbrica municipal para proporcionar acceso de alta velocidad a la población a bajo costo o incluso gratis.
Los dispositivos móviles inteligentes son de uso cada vez más común y habitual para un creciente grupo de la población, lo que hace necesario que los municipios implementen programas que apoyen la salud que incluso estén incorporados a las redes sociales. Todo esto supone la implementación de redes de comunicación con mayores velocidades y mejores opciones para la cobertura de una amplia gama de servicios urbanos y una mejor administración.
Educación. Las TIC permiten elaborar contenidos dinámicos para estudiantes y docentes, que sean revisados para su actualización y modificación a lo largo de un curso. En materia educativa se pretende que en una Ciudad Inteligente las aulas sean digitales, que posean los accesos a redes especializadas y protegidas a través de diversos dispositivos.
Como un paso adelante se formula la escuela inversa donde los estudiantes adquieren la información de los cursos consultando una amplia cantidad de fuentes digitales que pueden ser revisadas en casa o en la misma escuela, así como sesiones con los docentes para resolver tareas y trabajos concretos, con lo cual se evoluciona el modelo actual profesor-tutor, en donde el aprendizaje se da a partir de una sola fuente. En este ambiente digitalizado se pretende que los libros y contenidos sean electrónicos, permitiendo modelar un salón de clases participativo e incluyente que se apropie de las nuevas tecnologías. En un panorama más amplio, se trata de una educación sin fronteras que transforme la vida de los estudiantes y docentes.
Internet inalámbrico al alcance de todos
Gracias a las tecnologías y de las cuales haremos un uso intensivo cada vez mayor, es posible potenciar las ciudades inteligentes en una dimensión histórica, sin embargo los responsables en todos los niveles habrán de considerar la necesidad de contar con internet inalámbrico en todos los rincones de cada localidad.
Nos espera un crecimiento exponencial en las zonas urbanas (se pronostica que para el año 2050 el 80% donde la población mundial vivirá en urbes). Las ciudades requieren de una mayor eficiencia en el uso de su infraestructura y recursos actuales a fin de elevar la calidad de vida de sus pobladores.
Hacer de estas entidades Ciudades Inteligentes es una meta obligada para brindar servicios que otorguen sustentabilidad y calidad de vida a sus habitantes.