La tecnología wearable (vestible), un concepto que engloba desde los brazaletes para medir ejercicio físico hasta las Google Glass, se consolidará como mercado mundial este año, según pronostica un nuevo estudio publicado hoy por la consultora IDC.
En 2013 ese nicho de productos dio un enorme paso adelante, y se estima que en 2014 se distribuirán el triple de unidades, más de 19 millones, y en 2018 esa cantidad será de 111.9 millones.
«El incremento del interés ha llevado a más comerciantes a anunciar su intención de entrar en este mercado. Más importante, los usuarios finales han acogido su simplicidad en términos de diseño y funcionalidad», comentó Ramón Llamas, responsable de investigación de telefonía móvil para IDC.
Durante los próximos cuatro años el mercado estará comandado por dispositivos que miden la actividad física como Nike+ FuelBand, Jawbone UP y Fitbit por su facilidad de uso y sus precios asequibles, según el informe.
Por detrás quedarán otros accesorios inteligentes, categoría en la que encajarían los smartwatches, que IDC no ve que hayan cuajado en el mercado aunque irán ganando terreno a medida que aumenta la disponibilidad de aplicaciones y llegarán a superar en volumen de comercialización a los brazaletes deportivos en 2018.
Un tercer segmento, el que se refiere a sistemas como los lentes Google Glass y que presenta aparatos smart que se conectan a Internet y funcionan de forma independiente, tiene aún un largo camino por recorrer, pero para IDC su presencia se terminará por generalizar.
«No es una cuestión de sí lo harán, sino de cuándo», asegura el estudio.
La empresa que mejor imagen tiene en estos momentos en relación a la tecnología vestible es Samsung, según una encuesta de IDC realizada a 50,000 consumidores en 26 países.
EFE
