El índice Nasdaq se desplomó ayer más de un 3%, en uno de sus peores días desde octubre de 2022.
La lista de rezagados incluyó a varios de los favoritos en el ámbito de la tecnología de inteligencia artificial, liderada por empresas de semiconductores como Nvidia, Broadcom y Arm Holdings.
La liquidación fue provocada por un informe intermedio de ganancias de Alphabet el martes por la noche, que mostró un gasto y capital inflados. Las acciones de la compañía cayeron más de un 5%, en su peor desempeño desde enero.
Tesla se desplomó más de un 12% después de que el director ejecutivo, Elon Musk, ofreciera escasos detalles sobre la iniciativa de vehículos autónomos en su empresa.
La preocupación general gira en torno al retorno de la inversión de todo el gasto en infraestructura de inteligencia artificial.
Se está invirtiendo una cantidad bastante considerable de dinero, y aunque puede dar frutos en unos años, los inversionistas se están dando cuenta de que los beneficios tardarán en materializarse y que las ganancias de los hiperescaladores se están viendo perjudicadas a corto plazo por estos gastos.
Como resultado, los comerciantes ahora están pagando más para protegerse contra los cambios en la tecnología. La volatilidad de las opciones sobre Nvidia aumentó al nivel más alto desde mediados de marzo, y la prima por las opciones de venta sobre Broadcom está en su nivel más alto en tres meses.
La caída se produce dos semanas después de que una lectura de inflación más baja de lo esperado desencadenara una rotación masiva desde las empresas tecnológicas ganadoras hacia aquellas que se beneficiarían más de los recortes de tasas de la Reserva Federal, principalmente acciones de pequeña capitalización.
Los inversionistas parecen estar escuchando los crecientes rumores en algunos círculos de Wall Street de que el repunte de la inteligencia artificial ha creado una burbuja que añadió 9 billones de dólares en valor al S&P 500 el año pasado y que está destinada a estallar. Si esto ocurre, el miércoles puede marcar el comienzo, ya que la magnitud de la caída genera alarmas.
La venta masiva hizo que un índice Bloomberg de las acciones tecnológicas llamadas Siete Magníficos cayera un 5.9%, cayendo por debajo de su precio promedio durante los últimos 50 días.
A pesar de la inquietud en torno a las ganancias tecnológicas, Cayla Seder, estratega macro de activos múltiples de State Street, afirmó que se aferran a su visión de crecimiento, calidad y gran capitalización, ya que siguen siendo una opción más atractiva en términos de crecimiento de las ganancias y fortaleza fundamental.
