A nuestras actividades cotidianas hemos agregado una serie de dispositivos que cada vez más viajan y permanecen con nosotros los espacios y momentos de nuestras jornadas.
Recientemente se realizó un estudio que hace evidente este fenómeno. Por ejemplo, mientras vemos televisión, tenemos al lado algún dispositivo móvil que incluso utilizamos simultáneamente mientras vemos algún programa.
Dentro de esta esta nueva modalidad, imagínate que mientras ves el televisor, aparece un anuncio que ofrece algún artículo o servicio que puede interesarte, a un precio de rebaja. En este anuncio aparece la página donde puedes tener más información y con tu tablet al lado registras el sitio para abrir una cuenta. Como quieres ver el producto en mayor tamaño y con más detalle, lo envías a tu laptop y ahí mismo concretas la compra.
Como ves, cada pantalla de todos estos dispositivos son una cadena continua en un proceso de compra que facilita y fortalece todo un nuevo engranaje en la adquisición de productos y servicios.
A partir de un anuncio de televisión de 30 segundos, se desdobla una serie de pantallas subsecuentes, que potencia así el mensaje con una interacción progresiva que agrega un enorme valor al anuncio original en televisión.
Este nuevo fenómeno integra contenidos de valor en una sola experiencia personalizada y eficiente.