Deben definirse principios éticos comunes que establezcan la línea que separa privacidad de seguridad, afirma
El secretario general de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), Hamadoun Touré, afirmó hoy que el sector necesita un marco legal a nivel internacional que establezca unas normas mínimas de actuación, pero matizó que demasiada regulación es nociva para esta industria.
El secretario general de la UIT se pronunció así hoy en una rueda de prensa en Ginebra en la que presentó el programa del congreso Telecom World, que se celebrará en la ciudad suiza entre los días 24 y 27 de octubre y que marcará el 40º aniversario de la unión.
Touré señaló que, por un lado, demasiada regulación desalentaría la iniciativa privada y, por otro, podría ir en contra de derechos fundamentales como la libertad de expresión e información.
A su juicio, uno de los aspectos que necesitan ser regulados es la definición de unos principios éticos comunes que establezcan la línea que separa privacidad de seguridad, un «tema peliagudo que está de plena actualidad y que necesita ser tratado con urgencia».
«Es necesario un acuerdo sobre los límites éticos del uso de tecnologías de vigilancia y seguridad, así como de la protección de los niños», precisó Touré.
Según adelantó, esta será una de las cuestiones que se tratarán en las reuniones que se celebrarán durante el Telecom World, que en esta ocasión tiene entre sus objetivos la redacción de un Manifiesto para un Mundo Conectado, en la que podrán participar los 250 representantes de gobiernos y empresas que asisten.
Durante el congreso tendrá lugar la Cumbre sobre Banda Ancha, tema «crucial» para Touré, quien destacó que el acceso a la banda ancha en los países en desarrollo es «fundamental para el crecimiento económico» de estos países, que compiten ahora en un mundo globalizado en el que la innovación es el principal instrumento de competitividad.
Además de esta cumbre, habrá varias reuniones ministeriales que tratarán temas como el apagón analógico en el mundo en desarrollo, que se espera que se produzca entre 2015 y 2020, la utilización de nuevas tecnologías para vigilar y mitigar el proceso de cambio climático o la ciberseguridad.
EFE
