Se estima que un 75% del tántalo se encuentra en el este del Congo, donde miles de mineros extraen coltán, del cual es componente el tántalo.
El tántalo (o tantalio) es un mineral raro con propiedades únicas y omnipresente en productos electrónicos, se obtiene de forma artesanal, a veces con la mirada fija en los fusiles que los vigilan en medio de una guerra que se considera la más mortífera del mundo.
Estados Unidos hizo un primer intento de regular el mercado y se aprobó una ley que obliga a las empresas norteamericanas a garantizar que las materias primas que usen para fabricar sus productos no proceden de la guerra. Esto incluye el tántalo, estaño, wolframita y oro.
Mientras tanto, el Parlamento Europeo, por su parte, está debatiendo si lo regula y cómo hacerlo.
Sadok, un congoleño que se dedica a este negocio atrapado entre minas y grupos armados comenta: ‘Los congoleños bailamos al ritmo del mercado internacional. Somos un actor principal, pero nuestras voces no cuentan’.
Mientras tanto, se tiene que comprobar que la mina no está controlada por grupos armados y que no trabajen en ellas menores o mujeres forzadas.
El Gobierno tiene que llegar hasta la mina con el material de certificación. El escarpado acceso de las minas del conflicto bélico convierte en esta tarea en una odisea. En cinco años, sólo 140 minas de las 5,000 han obtenido autorización.
Con información de El País