El Tesla Model 3 es un coche y también una computadora, es completamente eléctrico y está diseñado para el gran público.
Todas sus funciones se controlan a través de una gran pantalla táctil de 15 pulgadas y la puerta se desbloquea a con una aplicación para smartphone.
‘Diseñamos el Model 3 para ser una computadora muy sofisticada sobre ruedas’, dijo Elon Musk, quien agregó que ‘Tesla es una compañía de software igual que lo es de hardware’.
El Model 3 recibirá actualizaciones de manera inalámbrica, al igual que un iPhone, que pueden aumentar sus capacidades, por ejemplo de rapidez y seguridad. Son como las actualizaciones de iOS o Android, lo cual es una de las principales ventajas, ya que los coches del fabricante están conectados siempre a Internet.
En la última actualización, se mejoró el control de crucero inteligente, el cambio de carril automático y la detección y advertencias de peligro de colisión lateral.
El Model 3 ya no contiene botones ni esferas para una enorme pantalla que ocupa todo su frontal.
Al ser una compañía de hardware y software, nació Autopilot, el sistema de conducción asistida y del que se espera evolucione hasta el punto en el que sólo sea necesario indicar al coche dónde quieres ir a través de la aplicación.
El auto vendrá a recogerte y te dejará en tu destino. Para esto, el Model 3 incluye los sensores necesarios: radares, siete cámaras, 12 sensores ultrasónicos y un ‘cerebro’ especializado en tratamiento de datos, desarrollado por el fabricante de tarjetas gráficas Nvidia.
Tesla recopila información de todos los coches que ha vendido y que han circulado más de 2,000 millones de kilómetros, acumulando datos, que es lo más importante. A más datos, más rápidamente aprenden los algoritmos. Todos los vehículos envían lo que aprenden y los algoritmos de inteligencia artificial de Tesla se alimentan de ello.
Los coches serán la próxima gran plataforma de aplicaciones como lo es iOS o Android. Tesla ya comenzó a integrar varios servicios a disposición de sus clientes en el sistema operativo del coche,
como asistencia técnica o comprobación de puntos de carga rápida cercanos y su disponibilidad.
Para Musk, todo esto es sólo el principio, ya que ambiciona transformar a Tesla en una empresa de movilidad donde sus usuarios puedan, a través de la aplicación, ceder su vehículo durante las horas que no se utilizan para incorporarse a una gran flota de taxis autónomos y ganar dinero en el proceso.
Ahora el gran reto de la compañía es fabricar coches con la capacidad que tienen los fabricantes líderes de la industria, que van a cambiar para siempre.
Con información de El País