Ericsson reportó hoy una pérdida neta de 1,683 millones de euros en los nueve primeros meses del año, contra los 364 millones de euros netos había ganado en el mismo período de 2016.
La pérdida operativa fue de 1,911 millones de euros, frente al beneficio de 686 millones de euros registrado un año atrás.
Las ventas ascendieron a 14,968 millones de euros, lo que supone una caída interanual del 8%.
En el tercer trimestre del año la compañía sueca perdió 447 millones de euros, cuando en el mismo período de 2016 la pérdida había sido de 21 millones de euros.
El resultado operativo pasó en un año de una ganancia de 31 millones de euros a una pérdida de 499 millones de euros.
Las ventas netas cayeron un 6% interanual hasta 4,965 millones de euros.
El director ejecutivo de la compañía, Björke Ekholm, señaló en el balance que las medidas para mejorar la efectividad introducidas en los últimos meses se acelerarán en el cuarto trimestre para lograr una reducción anual de los costos de, al menos, 1,039 millones de euros a mediados de 2018.
Según revelaron medios suecos el mes pasado, Ericsson -que ya ha realizado varios recortes de plantilla en los últimos años- podría despedir a hasta 14,000 empleados en Europa y América Latina, aunque la compañía todavía no ha confirmado esos planes.
EFE