El grupo de telecomunicaciones sueco Ericsson había anunciado hace tres semanas que reservaría 1,125 millones de euros para cubrir una sanción económica estimada de 911 millones de euros y otros costos relacionados, para afrontar una multa en un caso de corrupción, y que esta partida sería incluida en el balance del tercer trimestre.
La provisión asciende finalmente a 1,062 millones de euros debido a variaciones en el cambio de divisa, aclaró en un comunicado la compañía, que recibió un reembolso de 83 millones de euros por costos de la seguridad social en Suecia.
La ganancia operativa (ebit) entre enero y septiembre fue de 406 millones de euros, un 42% mejor.
Las ventas netas ascendieron a 14,847 millones de euros, un 9% más interanual.
En el tercer trimestre, el grupo de telecomunicaciones sueco perdió 637 millones de euros, frente a una ganancia de249 millones de euros un año atrás.
El resultado operativo pasó de un beneficio de 295 millones de euros a una pérdida 388 millones de euros.
Las ventas netas entre julio y septiembre ascendieron a 5,272 millones de euros, un 6% más.
«Seguimos viviendo un buen momento en la compañía, basado en la estrategia de aumentar las inversiones en liderazgo técnico, incluido el 5G«, resaltó en el balance su CEO, Börje Ekholm.
Ericsson ha cooperado desde 2013 en una investigación de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, en inglés) y del Departamento de Justicia (DOJ) de ese país sobre el cumplimiento de la Ley contra Prácticas Corruptas en el Exterior (FCPA).
El caso cubre un período que finalizó en el primer trimestre de 2017 y reveló violaciones del código ético de la empresa y de la FCPA en seis países: China, Yibuti, Indonesia, Kuwait, Arabia Saudíta y Vietnam.